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El PP prescinde de los planes de vivienda del CDS

Juan Antonio Carbajo

"Establecer en el plazo de 100 días un programa real de 50.000 viviendas para cuatro años". A una semana del plazo fijado en el programa electoral del PP, el concejal de obras y vivienda, Enrique Villoria, ya tiene perfilada su estrategia inmobiliaria. No habrá más planes masivos para cooperativas como el 18.000. Los esbozos que dejó el CDS, responsable de urbanismo en el gobierno de coalición, han ido a la papelera. El Ayuntamiento pondrá suelo municipal a disposición de aquellos promotores "que puedan digerirlo".

Villoria ha dado un golpe de timón. Los proyectos que heredó del CDS no le sirven. "Eran meramente teóricos", explica. Ya no habrá Plan 22.000, que iba a ser el sucesor del 18.000, actualmente en marcha, ni Plan 14.000 de viviendas en alquiler a 58.000 pesetas.El objetivo del PP consiste en conseguir suelo suficiente para que se puedan construir en cuatro años unas 50.000 viviendas. Los promotores serán variados: el Ayuntamiento construirá los pisos de alquiler y los de realojamiento, y hará las rehabilitaciones. El suelo de las viviendas protegidas o de precio tasado se subastará entre los promotores privados y las cooperativas. Pero ya no habrá más planes multitudinarios. "Se cederá suelo cuando esté listo para contruir, y a los promotores que puedan digerirlo".

Las experiencias anteriores han obligado al cambio de orientación; según Villoria, algunas cooperativas que promueven el Plan 18.000 han sido incapaces, en cinco meses, de preparar la documentación solicitada. Para el plan de viviendas de alquiler, que habrían de promover empresas privadas, se sacaron a concurso siete parcelas. Cuatro de ellas no recibieron ofertas y las otras tres fueron demandadas por un solo promotor.

"La conclusión que hemos sacado es que las viviendas en alquiler las debe asumir la EMV (Empresa Municipal de la Vivienda). Eso puede animar posteriormente a la iniciativa privada, pero no al revés", explica Villoria. El PP quiere construir 1.000 pisos al año, que se alquilarían a 50.000 pesetas mensuales. En total, 10.000 pisos menos que los previstos por el CDS en el papel. "Pero éstas son previsiones más realistas".

Las cooperativas y los promotores privados tendrán suelo para unas 30.000 viviendas en dos paquetes: uno, para pisos en régimen de protección, y otro, para vivienda libre de precio, tasado con un máximo de 15 millones de pesetas. Para optar a estos terrenos, el procedimiento habitual será la subasta del suelo.

Por último, la EMV promoverá la construcción de otras 10.000 viviendas para las fami lias que perderán sus casas con motivo de las reformas urba nísticas pendientes.

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Empezar de cero

Según Villoria, el suelo se irá poniendo a disposición de los promotores en pequeños paquetes y siempre que estén "impecablemente registrados".

Hay terrenos del Plan 18.000 en los que no se puede construir por problepias de ocupación o titularidad.

"La obtención y gestión del suelo es el problema más complicado", explica. "Me he encontrado el asunto muy paralizado y habrá que empezar de cero en muchos casos. Ni uno solo de los terrenos previstos para el Plan 22.000 está libre de problemas".

Los mecanismos de obtención de suelo en este cuatrienlo serán variados: "Pretendemos llegar a pactos con las Administraciones que tienen suelo al estilo de lo que se ha hecho en el Pasillo Verde [operación en la que Renfe cedió terreno para vivienda pública]".

Gran parte del programa 50.000 del PP dependerá de las recalificaciones del nuevo Plan General de Urbanismo, que debe generar suelo y establecer mecanismos de compensación. Uno de ellos puede ser la cesión obligatoria al municipio del 15% de una promoción de viviendas, en función del aprovechamiento medio al que el Ayuntamiento tiene derecho.

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