La integración en Europa, objetivo prioritario del nuevo Gobierno sueco

, La integración total de Suecia en la estructura de cooperación europea, ruptura del estancamiento económico, mejora del sistema de bienestar a través de lo que denominó "revolución de la libre elección" y la creación de un desarrollo sólido y duradero compatible a largo plazo con una sociedad ecológicamente saludable serán los objetivos prioritarios del nuevo Gobierno sueco, de centro-derecha.Estas metas, que se enmarcan en un plan más ambicioso de total renovación del país en el curso de la presente década, están contenidas en la declaración de Gobierno leída ayer por el primer ministro, Karl Bildt, ante el Parlamento.

Antes de la lectura del programa de gobierno, Bildt dio a conocer los nombres del equipo ministerial que le acompañará en su gestión. Ocho pertenecen al partido del primer ministro, el conservador; cuatro al liberal, cuatro al centro y tres a los democristianos. Sobre un total de 19 ministros, solamente cuatro son mujeres, pero dos de ellas -Margaretha Ugglas, conservadora, y Anne Wibble, liberal ocupan, respectivamente, dos cargos claves: Asuntos Exteriores y Finanzas. Es en estas dos áreas donde el Gobierno presidido por Bildt se propone introducir los más importantes cambios.

Bildt señaló en su declaración parlamentaria que la identidad europea adquirirá mayor relevancia en la política exterior, aunque aclaró que la zona nórdlca de Europa y del Atlántico norte siguen siendo ejes en la política de seguridad sueca que se puede sintetizar en la expresión "sin alianzas en tiempos de paz,, con vistas a la neutralidad en caso de guerra".

Los países bálticos tendráii un lugar preferente en la política exterior con sustanciales ayudas. Bildt reafirmó que Suecia va a cumplir con sus compromisos internacionales en el campo de la cooperación internacional, aunque encaminada a la democracia y la economía de mercado. Anunció la reducción de la cooperación con Vietnam, así como,también la interrupción, de toda cooperación con Cuba. En el plano económico, el Gobierno dará total apoyo a la iniciativa pivada y la libertad de empresa. Se reduciran los impuestos a las empresas, se eliminarán las trabas para los inversores extranjeros y se adecuará la política económica e impositiva a las exigencias de la CE. Los fondos de los asalariados en las empresas, instaurados por el Gobierno de Olof Palme, serán eliminados.