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Sólo la mente para recrear el uníverso

Stephen Hawking habla en Mazagón (Huelva) de la asimetría del tiempo

"Cuando llegué a Cambridge...". Una voz metálica y sin apenas entonación centró a las cinco de la tarde de ayer la atención de 40 de los fisicos más co nocidos en su campo, dedicados al estudio del tiempo y el universo. Stephen Hawrking, el científico británico de 49 años que está casi totalmente inmovilizado por una enfermedad degenerativa que padece desde hace 28, iniciaba su lección -titulada Mi mayor error, una frase tomada de Einstein- en el encuentro sobre la asimetría del tiempo que se celebra esta semana en Mazagón (Huelva).La conferencia, almacenada en el ordenador que acompaña siempre a Hawking y leída por un sintetizador de voz, arrancó las primeras risas del selecto auditorio a las pocas frases. A pesar de sus limitaciones físicas a Hawking le encanta enseñar de forma amena tanto a sus colegas como a los profanos, y por eso va a dar hoy una conferencia popular en Sevilla sobre el futuro del universo, a lo que ha dedicado su vida.

Su entereza le ha rodeado de un aura casi mística. No para. El domingo llegó a Huelva procedente de Los Ángeles. El lunes no pudo dar la charla prevista porque estaba demasiado cansado. Ayer, ya repuesto y flanqueado por dos ayudantes y dos enfermeras, tras cumplir con el rito del té de las cinco en su habitación del parador de turismo, entró en el auditorio por las rampas especialmente instaladas, manejando su silla de ruedas. Lo único que puede mover, y sólo parcialmente, son las manos, y hace seis años una traqueotomía le dejó sin habla, pero no se ha rendido. Ha prohibido que le fotografíen cuando es trasladado en brazos de un sitio a otro y éste es sólo un ejemplo de cómo organiza su vida.

Ahora es rico y famoso, pero también sigue siendo un peso pesado de la fisica. Descubrió y dio nombre a la radiación que escapa de los agujeros negros y su libro Historia del tiempo ha sido un éxito de ventas en casi todo el mundo y ahora es también una película de Steven Spielberg aún sin estrenar. La esclerosis amiotrófica que le fue diagnosticada hace 28 años sigue su curso, aunque más lentamente de lo que predijeron los médicos, y Hawrking ha alcanzado los 49 años.

El científico británico volvió a España por primera vez en 27 años en 1987, pero desde entonces se ha convertido en un personaje popular. Regresó varias veces y en 1989 recibió el premio Príncipe de Asturias a la Concordia. Los españoles parecen fascinados por el poder mental de una figura en principio tan patética y de su libro se han editado 160.000 ejemplares en castellano desde que se publicó hace tres años.

A Mazagón, Hawrking ha llegado sin, su esposa, que habla perfectamente castellano y le acompañó en todas sus anteriores visitas. Tras 25 años de matrimonio y tres hijos, Hawrking y Jane se separaron el año pasado. Ella dejó escapar que él es demasiado materialista y que la vida conyugal había sido bastante dura. Por su parte, el fisico se ha trasladado a vivir en Cambridge con una de sus enfermeras, la esposa de un amigo de la infancia, el mismo que le dotó de los medios electrónicos para comunicarse. Un dato más para una biografía insólita.

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