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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Monstruos

No hace falta ser un lince ni entender de política para percatarse del cinismo e hipocresía que empapan la conducta de los gobernantes de esa nación gigante que pretende arbitrar la actividad mundial. Sin remontarse a recordar tantas de sus pasadas hazañas en los países de Latinoamérica, las menciono porque me sirvieron para empezar a conocerles y echarme a temblar apenas se inicia un conflicto en el que ellos puedan intervenir.El verano de 1990, más de una vez se me agarrotó el estómago de impotencia e indignación por los acontecimientos del golfo Pérsico. Empezando por el chantaje vil que hicieron a la URSS y a China para impedir que ejercieran su derecho al veto contra el estallido bélico. Después, viendo la impaciencia de su presidente, deseoso de lanzarse al ataque para escarmentar al osado Husein. Más tarde empezaron a llegar las terribles noticias. ¿Quién se acuerda de los civiles bombardeados cuando atravesaban el puente de Nasiriyá -creo que así se llamaba-, y de aquella carretera de la muerte llena de cadáveres masacrados cuando intentaban huir hacia el Norte, con sus vehículos, soldados y civiles. Escapaban del horror y murieron perseguidos por él, inmersos en el espanto.

Hace apenas dos o tres días ha vuelto a bullir mi adrenalina al leer cómo ahora siguen chantajeando a la Unión Soviética para que no ayude a Cuba. ¡Qué manera tan ruin y artera de ofrecer ayuda! Te daré pan a cambio de tu silencio. Un alto precio para un país en apuros. Pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. El silencio consentidor y culpable sigue flotando por encima de las fronteras europeas.

Y ahora la tremenda noticia, de los tanques con aspas que desmembraban y enterraban vivos a los soldados iraquíes. ¿Quién es realmente el monstruo? ¿Husein? ¿O acaso no sólo él?-

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