El Gobierno insta a los partidos a que indiquen fórmulas para controlar a González

El Gobierno urgió ayer a los grupos parlamentarios para que tomen la iniciativa de proponer una reforma del reglamento del Congreso, en concreto en lo que se refiere a los mecanismos de control del Ejecutivo. Así se quiere hacer frente a las críticas reiteradas de la oposición en el sentido de que el presidente Felipe González nunca se somete al control parlamentario. El Ejecutivo tampoco está "satisfecho" con el actual reglamento de la Cámara baja.

González no está dispuesto a comparecer todos los miércoles, día habitual de preguntas al Ejecutivo, para que le interroguen "sobre el último chisme o para que le insulten", según dirigentes socialistas, aunque sí acepta buscar una fórmula que le obligue a responder periódicamente sobre asuntos de actualidad.Tanto el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgillo Zapatero, como el presidente del Grupo Socialista, Eduardo Martín Toval, coincidieron ayer en señalar la disposición socialista para cambiar el reglamento del Congreso con hincapié en lo que se refiere al control de los ministros y del presidente. Martín Toval instó a los grupos en la reunión de la Junta de Portavoces a que presenten la iniciativa y señaló que el PSOE está dispuesto a tomar como base de discusión el proyecto al que se llegó al final de la legislatura pasada.

Virgillo Zapatero, tras reunirse con el grupo socialista, manifestó: "Me consta que los grupos no están muy de acuerdo con el actual reglamento, pero tampoco el Gobierno está plenamente satisfecho".Zapatero dijo que el Ejecutivo "quiere dinamizar el Parlamento y, en concordancia con el grupo socialista, se está en disposición de ofrecer nuevas fórmulas que reordenen los debates dando un enfoque global distinto".

No obstante, fuentes gubernamentales aseguran que la reforma en la que se piensa no es parcial, sino que creen que ha llegado el momento de reformar el texto en su totalidad.

En medios gubernamentales se asegura que el presidente está dispuesto a escuchar las fórmulas que se le planteen respecto a ser sometido a control. Según el actual reglamento, las preguntas e interpelaciones van dirigidas al Gobierno en su conjunto, por lo que cualquiera de sus miembros puede responder. En la práctica, esto ha supuesto que el jefe del Gobierno nunca hace frente a estas sesiones de control. Estos portavoces gubernamentales aseguran que en su comparecencia de antes de las vacaciones para informar sobre la reunión del Consejo Europeo, el presidente se sintió contrariado al no tener como interlocutor a ningún jefe de filas de la oposición, salvo el portavoz de CIU, Miquel Roca. Ello lleva a estos interlocutores gubernamentales a precisar que la presencia de González debe tener unas mínimas garantías de "cierta altura política".

El propio Felipe González ya se mostró el pasado día 19 en Bonn dispuesto a buscar con la oposición fórmulas más flexibles y frecuentes para sus comparecencias en las cámaras. El jefe del Ejecutivo recalcó en esa ocasión que se encuentra "a la cabeza de los responsables políticos europeos", aunque no "por el número de veces" que realiza debates, sino por la cantidad de horas que pasa al año en el Congreso.

Legislación sobre el aborto

Por otra parte, Zapatero expuso ante su grupo las leyes que serán debatidas en la Cámara y citó expresamente la Ley del Gobierno y la reforma jurídica de las administraciones públicas. Asistentes a la reunión extrajeron la conclusión de que el Gobierno no va a tener demasiada prisa para reformar la legislación sobre el aborto. Es posible que no haya una nueva legislación específica a este respecto, sino que los cambios se enmarquen en el nuevo Código Penal.De otro lado, el ex ministro de Obras Públicas Javier Sáenz de Cosculluela preguntó a Zapatero sobre la norma en la que se pensó para proteger el honor de las personas cuando se vean afectadas por "falsedades" expuestas en los medios de comunicación. El ministro no dio fechas, pero precisó que esa ley no iría por la vía penal, sino por la sanción pecuniaria.