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La deuda de Renfe ascenderá a 750.000 millones a final de 1991, según Borrell

La deuda de Renfe, compañía pública de ferrocarriles, se situará a finales de año en torno a los 750.000 millones de pesetas, según manifestó ayer en el Senado el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell. Esto supone un aumento de 125.000 millones hasta finales de año desde que en junio pasado el MOPT calculara en unos 650.000 millones la deuda.

Borrell, quien compareció ayer ante el Pleno del Senado, aseguró que la Comunidad Europea (CE) no exigirá al Gobierno español que reduzca o suprima esta deuda antes de 1993. La deuda de la compañía que preside Mercé Sala, en contra de lo que preveía el contrato programa con el Estado que finaliza este año, continuará aumentando hasta diciembre.Si alcanza los 750.000 millones aunuciados por Borrel ayer, el endeudamiento de Renfe crecerá 150.000 millones en el presente año. Hasta junio la deuda había aumentado, según calcularon fuentes de la compañía en unos 25.000 millones de pesetas, lo que la situaba en los 650.000 millones. Las mismas fuentes atribuyeron el aumento entonces a las inversiones realizadas en la línea de alta velocidad entre Madrid y Sevilla.

El contrato programa entre Renfe y el Estado, que termina este año, establecía una reducción progresiva de los gastos financieros desde alrededor de 54.000 en 1990 hasta 52.000 en 1991.

Plan de carreteras

Por otra parte, el ministro de Obras Públicas y Transportes reconoció que en cuanto a la construcción de carreteras, el Gobierno "tiene más actuaciones pendientes que recursos para hacerlas", por lo que consideró poco urgente la presentación de un segundo Plan de Carreteras.

El titular del MOPT admitió también que la contratación de obra pública ha crecido más lentamente en los últimos meses y aseguró que así seguirá hasta que se sepa con seguridad de qué recursos dispone el ministerio para el próximo año, según informa Servimedia. Indicó asimismo que dará prioridad al pago de indemnizaciones a las personas afectadas por expropiaciones efectuadas por su ministerio.

Por su parte, el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, reconoció ante el Senado que la empresa nacional Santa Bárbara deberá sujetarse el año que viene un plan estratégico a fin de hacer frente a su "enorme exceso de capacidad y sus fortísimas pérdidas". Aranzadi cree que los pedidos de las Fuerzas Armadas españolas y extranjeras no serán suficientes para mantener su actividad actual y apoya la diversificación a otra áreas.

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