Los 'espaldas mojadas' del Estrecho

Dos centenares de emigrantes procedentes del Magreb llegaron ilegalmente esta semana a las costas andaluzas. Más de 2.000 han sido repatriados por los gobiernos civiles de Andalucía en lo que va de año, y al menos otro centenar deambula desde el pasado lunes por territorio español a la busca de un trabajo y un domicilio que le permitan regularizar su situación. El éxodo ilegal de los espaldas mojadas magrebíes sigue aumentando, cada vez con mayor riesgo personal, económico y con una mínima posibilidad de establecimiento en nuestro país, que aumenta cada día la vigilancia costera.

La semana comenzó esta vez en Almuñécar (Granada), donde la Guardia Civil sospecha que además de los 65 emigrantes marroquíes detenidos el martes tras desembarcar clandestinamente en el paraje de El Muerto, en la playa del Cotobro, un número indeterminado de espaldas mojadas logró huir y se encuentra en las inmediaciones, informa Alejandro V. García. Los detenidos fueron repatriados tras permanecer 48 horas en una escuela hogar cedida por el Ayuntamiento de Motril. En Granada también fue noticia que 51 magrebíes estén aún dados de alta en el censo sin tener el permiso de residencia.Las costas granadinas no son un lugar que escojan con frecuencia los emigrantes ¡legales para desembarcar. Las tres pateras que llegaron desde Nador a Almuñécar burlaron la vigilancia de la Marina y desembarcaron en la playa del Cotobro. La presencia de los marroquíes fue detectada por la Policía Local, que los sorprendió merodeando por Almuñécar. Los agentes lograron la detención de 21 personas y alertaron a la Guardia Civil que detuvo al resto de los emigrantes ilegales a lo largo del martes siguiente. Era la primera vez que un número tan alto de personas se aventuraba a cruzar el Estrecho por esa zona.

A la costa de Almería llegaron sólo en esta semana un centenar de marroquíes a bordo de dos pateras que fueron descubiertas por la Guardia Civil. Sin embargo, sólo la mitad ha sido repatriada porque el resto logró penetrar hacia Cataluña, informa Ángel González.

Los dos casos de esta semana se suman a la media docena de este verano, pródigo en desembarcos en los 60 kilómetros del litoral del sur de Almería. Unos 300 hombres lograron llegar y, ya en tierra, corrieron distinta suerte.

Lo cierto es que el control del litoral parece ineficaz: Se constató el miércoles cuando llegó a Punta Entinas una patera con 55 magrebíes que había sido detectada el día anterior por un avión de la Fuerza Aérea española. El aviso no impidió el desembarco y que más de la mitad de los ilegales consiguiera su propósito de entrar en España.

Fuentes del Gobierno Civil de Almería reconocen la existencia de presiones por parte de las autoridades comunitarias para frenar la entrada de esta mano de obra. La policía de Almería constató esta semana que el destino inicial es Cataluña, donde ya trabajan otros marroquíes cuyas señas han aparecido en los bolsillos de los detenidos.

El litoral gaditano no fue a la zaga. 15 magrebíes, el martes en Barbate, y 28 más, el jueves en Algeciras y Tarifa, se sumaron a la lista de detenciones. Sólo en los Gobiernos civiles de Cádiz, Málaga y Almería se han cursado este año expedientes de repatriación a 772, 606 y 193 extranjeros, respectivamente.

En el Poniente de Almería se realiza un censo a cargo de organizaciones humanitarias que han comenzado a presentar documentaciones de extranjeros ante el Gobierno Civil para su tramitación. Las listas superan el millar de africanos en condiciones de demostrar una relación laboral fija y un domicilio estable.

La Costa del Sol es uno de los destinos más atractivos para estos inmigrantes por las relativas facilidades de trabajo que se supone pueden encontrar. Según estimaciones del Gobierno Civil de Málaga, se calcula en 8.000 el número extranjeros ¡legales en la zona, informa Diego Narváez.

En los primeros ocho meses del año se han expulsado a 606 ciudadanos extranjeros en situación ilegal, de los que 391 procedían de Marruecos. Entre las estadísticas policiales malagueñas llama la atención sin embargo la deportación de 72 ciudadanos procedentes de países comunitarios como Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Portugal, aunque los motivos de éstos no pueden compararse con los inmigrantes de países menos desarrollados y en muchas ocasiones estas deportaciones están vinculadas a actividades delictivas.

La mano de obra barata provoca además situaciones de fraude laboral en algunas empresas como la detectada hace cuatro meses en Málaga. Dos funcionarios del Ministerio de Trabajo tramitaron ilegalmente en los últimos cinco años el permiso de trabajo a unos 4.000 extranjeros empleados de una empresa británica.

La mayoría de los ciudadanos magrebíes que llegan a Málaga se convierten en vendedores ambulantes por las playas, con la esperanza siempre de encontrar algún trabajo mejor y de legalizar su situación. La mayoría se muestran recelosos y sólo se atreven a hablar con las personas que ellos eligen como clientes.

Las primeras palabras que aprenden a pronunciar en castellano son "bonito, barato", que repiten en continua retahila entre los chiringuitos de las playas. Muy pocos son los que se atreven a hablar de su situación, y cuando lo hacen, en raras ocasiones suelen reconocer que el motivo de su emigración haya sido la penuria, aunque se hayan jugado la vida en el intento.