Seis años de prisión para un hombre que mató a un amigo al gastarle una broma

C. M., La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a seis años de prisión por un delito de homicidio culposo (no intencionado) a Francisco Estupiñán Navarro, autor de la muerte de un amigo suyo al que roció con gasolina y prendió fuego para gastarle una broma. La víctima, Manuel Benítez, de 64 años, compañero de trabajo del inculpado en una vaquería de Agüimes (Gran Canaria), falleció tres días después del suceso en el centro de quemados de Sevilla. Sus herederos serán indemnizados con 10 millones de pesetas por el procesado, según exige la sentencia.

El parte de defunción reflejaba que la muerte había sobrevenido por un fallo multiorgánico y lesiones internas en el aparato respiratorio debido a la inhalación de humos, vapores y residuos de la combustión. Los hechos ocurrieron el 14 de febrero de 1990 en una granja de Agüimes, donde los dos empleados, que eran buenos amigos según la sentencia, bromearon con una garrafa de gasolina, vertiendo el contenido de la misma el condenado sobre el cuerpo de la víctima. Manuel Benitez declaró lo ocurrido a la Guardia Civil antes de ser ingresado primero en un ambulatorio y, después, en una clínica de Las Palmas de Gran Canaria, desde donde se le trasladó inmediatamente al centro de quemados de Sevilla.