La enseñanza infantil cuenta ya con programas oficiales

El Consejo de Ministros aprobó ayer dos reales decretos que recogen las líneas educativas básicas de la etapa de educación infantil (la anterior a los 6 años) para todo el Estado, así como el currículo específico para esa misma etapa que habrán de aplicar los centros escolares del territorio gestionado directamente por la Administración central.

Se concreta de este modo una de las principales novedades de la reforma educativa que pretende la LOGSE, y que consiste precisamente en que por primera vez la etapa hasta ahora llamada de preescolar, se integra plenamente en el cuerpo general del sistema educativo.

Ambos decretos recogen los objetivos educativos generales de este nivel, prácticamente inexistentes hasta. la LOGSE o, en el mejor de los casos, contenidos en una legislación dispersa e improvisada a lo largo de los años a partir de una concepción del niño menor de seis años más como un alumno que se prepara para la escolaridad formal del periodo obligatorio de enseñanza que como un sujeto educativo con entidad propia. El aprendizaje precoz de los contenidos formales de los primeros años de educación primaria fue sólo uno de los principales efectos negativos de la ausencia de esa legislación específica.

Guarderías

La demanda social de ampliación de la escolaridad, debida, entre otras causas, a la progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral, provocó en España, especialmente a lo largo de la década de los sesenta, la improvisación de la oferta de educación anterior al periodo de enseñanza obligatoria.Ello dio origen a una proliferación de guarderías (expresión desechada por los expertos mucho antes de la LOGSE), al margen prácticamente de una política educativa específica y, consecuentemente, de una legislación que atendiese a las necesidades de educadores especializados (las propias escuelas de magisterio no empezaron a formar especialistas hasta hace relativamente pocos años), de espacios y mobiliario adecuados, de contenidos y normas pedagógicas concretas, instrumentos de evaluación del progreso educativo del niño menor de seis años, etcétera.

El Gobierno aprobó ayer también los planes de estudios oficiales de las etapas de educación primaria y secundaria para el territorio de gestión directa de Educación y Ciencia. Las siete comunidades autónomas con competencias educativas plenas deberán, como en el caso de la educación infantil, elaborar sus propios programas educativos a partir de las líneas básicas contenidas en otros decretos aprobados por el Gobierno a principios de este verano. Cada colegio adecuará el currículo oficial a su realidad más inmediata tanto desde el punto de vista socioeconómico como desde el propiamente educativo.