_
_
_
_
_

El policía que recibio la carta bomba en Vallecas ya fue herido en otro atentado

El agente del Cuerpo Nacional de Policía que resultó levemente herido el pasado sábado por la explosión de una carta-bomba en Vallecas (Madrid) fue víctima de otro atentado hace poco más de dos meses. En esa ocasión su nombre fue difundido por los medios de comunicación, y muy probablemente los terroristas localizaron después su domicilio a través de la guía telefónica. José V. C. sufrió entonces lesiones en las piernas y en el abdomen cuando estalló un potente artefacto que causó la muerte a los dos artificieros que en ese momento trataban de desactivarlo.El pasado sábado, el funcionario regresó de vacaciones a su casa de la calle del Congosto, en el pueblo madrileño de Vallecas. Nada más hacerlo, un vecino le entregó un paquete, con remite de la Expo-92, que había recogido del buzón del policía por saber que éste se hallaba ausente de su domicilio. El vecino tuvo el envío postal dos semanas encima del aparato de televisión, ignorando su contenido.

José V. C., que está destinado en la unidad de radiopatrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Madrid, recogió el paquete, rasgó el sobre y nada más hacerlo vio que asomaban unos cables. Inmediatamente, arrojó hacia la terraza el paquete, que estalló en el aire. El petardo causó importantes daños en la vivienda y causó al inquilino lesiones en los tímpanos. "Sí no llega a tener tanto olfato, es muy posible que ahora no tuviera manos", comentaron fuentes policiales.

"Está destrozado"

El agente que salvó la vida de esa forma no ha estado nunca destinado en unidades antiterroristas ni ha prestado servicio en el País Vasco.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los investigadores creen que ETA decidió enviarle un paquete-bomba al comprobar que su nombre figuraba en la relación de heridos el pasado 12 de junio, cuando un artefacto mató a los agentes Andrés Muñoz y Valentín Martín en la sede de la empresa Servitrans, en Vallecas. En esa ocasión, José V. formó parte del cinturón de seguridad alrededor del lugar donde sus compañeros intentaban desactivar la bomba.

"Está destrozado psicológicamente por este segundo atentado", explicó un compañero del agente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_