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FRACASA EL GOLPE DE ESTADO EN LA U.R.S.S.

Gorbachov comunico a Bush su retorno al poder

Antonio Caño

"Quiero informar que a las 12.19 [hora de Washington, 18.19 en España] tuve una conversación con Mijaíl Gorbachov que duró unos 20 minutos. Fue una buena conversación. Gorbachov está todavía en Crimea. Regresará a Moscú esta noche o mañana. Me dijo que las cosas están bajo control". Esta declaración del presidente de Estados Unidos, George Bush, a la 13.20 de ayer poma oficialmente punto y final a un episodio vivido con angustia. "Las autoridades constitucionales han vuelto al poder, y la democracia, la libertad y las reformas han prevalecido", añadió.

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Estas eran las manifestaciones del presidente, en su residencia veraniega de Kennebunkport, apenas tres horas después de una conferencia de prensa en la que Bush transmitió todavía una gran incertidumbre sobre los acontecimientos que se desarrollaban en la Unión Soviética. George Bush fue el primer dirigente internacional con, el que Gorbachov se puso en contacto una vez que fue liberado de su cautiverio. Antes, el presidente soviético había conversado telefónicamente con el presidente ruso, Borís Yeltsin, el gran héroe de esta historia con final feliz. Ambas llamadas fueron hechas por Gorbachov, que hasta ese momento había permanecido aislado.Cuando sonó el teléfono en Kennebunkport respondió uno de los ayudantes militares de Bush, que se encontraba en ese momento de paseo en su bote. Advertido que tenía una llamada de un jefe de Estado extranjero, Bush regresó a la costa y contestó desde el teléfono de su dormitorio.

Durante la conversación entre los máximos dirigentes de las dos superpotencias -habituados a diálogos telefónicos casi diarios desde hace años estuvo presente la esposa de Bush, Barbara, que se interesó por el estado de salud de la primera dama soviética, Raísa, que ha permanecido junto a su marido durante las jornadas de arresto domiciliario. Ambos, según informó Bush, se encuentran actualmente en perfectas condiciones físicas. Raísa transmitió también sus mejores deseos para el matrimonio Bush.

Aparentemente, Gorbachov no relató a Bush todas las circunstancias de su detención, aunque sí mencionó que sus guardianes le habían sido fieles en todo instante. No precisó si había sido maltratado en algún momento. Bush y Gorbachov no entraron en detalles sobre las medidas que el presidente soviético tomará en los próximos días ni sobre las eventuales dificultades que encontrará para recuperar un completo control del poder. "Lo único claro es que estaba entusiasmado y que sonaba como si hubiera estado cumpliendo con sus obligaciones desde hacía varias horas", dijo Bush.

El presidente norteamericano tampoco quiso revelar detalles sobre las personas implicadas en el golpe. Se limitó a comentar que Gorbachov estaba conversando con algunos de los presuntos involucrados y tratando de precisar el alcance de la conspiración.

Una vez restablecida la constitucionalidad en la Unión Soviética, Bush anticipó una estrecha relación con aquel país en el futuro inmediato. "Creo que es un buen día para las relaciones soviético-norteamericanas", afirmó, "porque no creo que nunca apreciemos más que ahora el miedo a lo que significa un golpe".

"Lo intentaron", añadió, "y fracasaron". "Prevalecieron la democracia y las reformas. Y esto es lo importante. Así es que espero que nuestras relaciones serán incluso mejor que hasta ahora. Gorbachov tiene que sortear todavía algunos problemas internos, pero, como yo le expliqué, y como ya le había dicho a Yeltsin, nosotros estamos dispuestos a hablar con los líderes de las repúblicas y, por supuesto, estamos dispuestos a llegar a acuerdos con la propia Unión Soviética".

Bush destacó en su comparecencia ante los periodistas el hecho de que tanto Yeltsin como los presidentes de otras repúblicas mantuvieron durante el golpe una actitud de "lealtad a la autoridad constitucional del presidente Gorbachov y de firme resistencia al golpe".

Tratando de disipar toda duda sobre una posible lucha de personalidades entre Gorbachev y Yeltsin, Bush señaló ayer que "ambos están trabajando juntos". La popularidad alcanzada por Yeltsin en Estados Unidos como resultado de esta crisis queda mejor reflejada en las palabras del presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes: "Este es el fin de era de Gorbachov y el comienzo de la era de Yeltsin. El pueblo ha hablado. Este hombre tiene carisma y valor".

George Bush informó de su histórica conversación con Gorbachov vestido con un impermeable azul cuando salía de su casa para iniciar una tarde de pesca. Con su primicia sobre la suerte de Gorbachov, Bush pudo enmendar las carencias de información que ha demostrado a lo largo de toda la crisis. Menos de dos horas antes de su conversación telefónica con el líder soviético, Bush veía aún una gran incertidumbre en Moscú y anunciaba movimientos de tropas hacia las repúblicas bálticas.

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