Incertidumbre y tristeza

Llevan 48 horas pendientes de la televisión y la radio, intentando una y otra vez esa llamada telefónica a la familia que rara vez encuentra línea. Los soviéticos residentes en España y los niños de la guerra sienten incertidumbre y tristeza por el golpe de Estado en la URSS. El futuro es una incógnita oscura. De momento, les consuela la dura reacción del Gobierno español ante la destitución de Gorbachov. La Embajada soviética en España ha justificado el pronunciamiento.

"Estamos todos muy tristes. Yo no he podido dormir. Me llora el alma". Vladimir Spivakov, director de la orquesta Virtuosos de Moscú -afincada en Oviedo desde el pasado noviembre-, habla con voz queda. Tiene "un 45% de esperanza frente a un 55% de pesimismo". Sabe que puede convertirse en un exiliado político."La democracia nunca muere. En la época de Stalin sólo existía en las cabezas de la gente. Después fue llegando a las cocinas; luego, a la calle y con Gorbachov alcanzó al gobierno. Ahora, la democracia vuelve otra vez a la cocina y espero que no tenga que refugiarse sólo en las mente?, explica este violinista que dirige a otros 27 músicos. Forman una colonia de 140 personas.

"Estamos muy preocupadoos, con el mismo sentimiento que cuando Hifier atacó a la URSS", añade Spivakov. La postura del Gobierno español le ha reconfortado. "Aunque resulte doloroso, hay que cortar la ayuda económica a la URSS", opina. La orquesta ha decidido no actuar en la URSS hasta que se recobre la normalidad constitucional.

Los Virtuosos forman parte de los 402 residentes soviéticos instalados legalmente en España. A ellos se suman los aproximadamente dos mil niños evacuados durante la guerra civil y que comenzaron a regresar a partir de 1946. Casi todos han vuelto con la familia, forjada en la URSS.

César Gómez Almazán, analista de sistemas, es uno de ellos. Acaba de concluir sus vacaciones en tierra soviética, donde reside la familia de su esposa. "No creo que el golpe vaya a salir bien, aunque es cierto que la situación económica era pésima. En cualquier caso, no me parece que sea ninguna solución. Volver a la dictadura sería ir para atrás", apunta este seguidor de Gorbachoy.

"Era preferible lo malo conocido que lo bueno por conocer, añade Esther Muñoz, presidenta de la Asociación de Exiliados y Retornados de la URSS. El vicepresidente de este grupo, Recaredo Yoldi, tiene otro elemento más para la incertidumbre. "Estaba previsto que en septiembre el Soviet Supremo ratificara el convenio para equiparar con las pensiones españolas las que nosotros cobramos aquí y que no pasan de las 22.000 pesetas mensuales. Habrá que ver si eso sigue adelante".

Hay otros temores añadidos, como el riesgo de enfrentamiento civil. Todos conflian en que no llegue. "Ojalá no corra la sangre", dice María García, otra niña. Su yerno, el soviético Ilia Ulin, comparte la incertidumbre, que alcanza inciuso a su modus vivendi. "Espero que esto no vaya a perjudicar demasiado las relacioones económicas entre los dos países", añade este director de la empresa Istra Consulting, dedicada a introducir empresas españolas en la URSS.

'Tejerazo' en Moscú

"Yo estoy muy preocupada. Aún no he consguido hablar con mis dos hermanos", afirma Dolores Sergueyeva, nieta de Dolores Ibárruri Pasionaria.

Esta joven periodista, instalada en España desde hace dos anos, cree que el golpe es "un tejerazo" y ha convertido al cuestionado Gorbachov en "un mártir". "El golpe ha estado mal pensado y mal organizado. La clave está ahora en lo que haga Yeltsin", apunta. La nieta de Pasionaria espera que no se produzca guerra civil, aunque no descarta focos de resistencia. "La gente ha cambiado mucho y ha perdido el miedo", constata. "Si se establece una dictadura, espero que no dure, porque el país necesita libertad. Además, la dictadura difícilmente puede resolver un problema tan urgente como el de alimentar a la URSS". A Sergueyeva, como a otros hispano-soviéticos consultados, le satisface la actitud del gobierno español. "No se puede apoyar a los golpistas", insiste.

A todos ellos les puede resultar poco tranquilizadora la actitud adoptada por la embajada soviética en Madrid. Su máximo responsable en funciones, el consejero Igor Koondrachev, justificó ayer el golpe de estado. "Es una situación obligada para salvar la situación del país y la amenaza de un conflicto civil", manifestó a Europa Press.

Por otra lado, la embajada española en Moscú ha recomendado a los ciudadanos que tengan previsto viajar a la URSS que retrasen el desplazamiento hasta ver como evoluciona la situación. Numerosos turistas españoles -el golpe de estado ha sorprendido a más de 4.000 compatriotas de vacaciones en la URSS- han acudido a la embajada a fin de coomunicar sus nombres y lugares de alojamiento como medida de precaución.

[Un ciudadano soviético ha decidido pedir asilo político en España ante la situación que atraviesa su país, según informó anoche a Europa Press un portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, partido que tramitará la petición de asilo].