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El concejal de Personal designa a un dirigente ultra como su asesor jurídico

El nuevo concejal de Personal del Ayuntamiento de Madrid, Antonio Moreno, ha designado a Miguel Bernard Remón, abogado de 49 años y secretario general del Frente Nacional (anteriormente Fuerza Nueva), como asesor jurídico de su concejalía. Bernard es funcionario municipal desde hace 20 años y miembro del comité de empresa durante 11 en representación de Fuerza Nacional del Trabajo (FNT). En 1982, Tierno Galván le suspendió de empleo y sueldo por haber acusado de malversación a los entonces concejales socialistas Joaquín Leguina y José Barrionuevo.

Miguel Bernard, que ya está trabajando en su nuevo destino desde principios de este mes, es el primer componente del gabinete encargado de dirigir la concejalía y asesorar al concejal de Régimen Interior y Personal.Según declaró Antonio Moreno, la negativa del anterior director de servicios, Carlos Blanco, a continuar en su cargo motivó el cambio del organigrama del departamento y la sustitución de la figura del director por un gabinete integrado por cuatro responsables: de formación, de información a funcionarios y jubilados, de relaciones con sindicatos y de la asesoría jurídica. Esta última pata es ahora responsabilidad de Bernard.

Bernard fue elegido secretario general del Frente Nacional en 1989. En el Ayuntamiento entró hace 20 años como jefe de Seguridad y Acción Social, pero sobre todo ha estado ligado al departamento de Personal en distintos puestos.

Además, ha pertenecido al comité de empresa durante 11 años en representación de FNT. "Actualmente tiene categoría de jefe de departamento", explicó Moreno, quien reclamó los servicios de Bernard por "su preparación jurídica y sin mirar sus posiciones ideológicas". Moreno recordó que la mitad de su equipo lo componen personas cercanas al PSOE.

El dirigente ultra considera que su elección no llega impuesta por nadie en concreto, sino que ha sido consensuada por varios concejales del equipo de gobierno popular. "Mi nombre ha salido espontáneamente", explica Bernard. "Antonio Moreno [que procede de la empresa privada y es nuevo en el Ayuntamiento] no me conocía ni yo a él, pero desde José María Álvarez del Manzano, al último concejal del PP conocen mis intervenciones profesionales, ya que desde 1982 formó parte de todas las comisiones informativas de Personal".

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Depuración

Precisamente en aquel año Miguel Bernard se vio envuelto en una polémica con el Gobierno socialista que presidía Enrique Tierno y que le supuso una suspensión temporal de empleo y sueldo. Bernard acusó a Tierno y a los entonces concejales Joaquín Leguina -hoy, presidente regional- y José Barrionuevo -que luego sería ministro de Interior y de Transportes- de una supuesta malversación de fondos de la Seguridad Social.

El 23 de septiembre de 1982 Tierno decretó la apertura de un expediente de responsabilidad administrativa a Bernard y le suspendió de empleo y sueldo. La Audiencia Provincial primero, y el Tribunal Supremo un año después, anularon la decisión del alcalde y obligaron al Ayuntamiento a reintegrar al funcionario a su puesto. Los tribunales primaron entonces el hecho de que Bernard fuera delegado sindical.

Durante aquella polémica Joaquín Leguina realizó unas declaraciones en las que calificó de "fascista" al Frente Nacional del Trabajo y de constituir un "peligro en las entrañas del Estado democrático". Leguina, que era concejal de Haciendá, anunció que su equipo de gobierno estaba dispuesto a "depurar a los elementos ultras" que pudiera haber en el Ayuntamiento.

Bernard intentó también en 1989, durante el Gobierno PP-CDS, ser jefe de servicios de la Policía Municipal, para lo cual se presentó a unas oposiciones que ganó su único contrincante, Emilio Monteagudo, que militaba en el CDS, al igual que el concejal de Policía Municipal, Fernando Bocanegra.

Hasta julio pasado, Bernard era asesor técnico en el área de informática, en cuyo gabinete de estudios se integró en los primeros meses de 1984, cuando regresó al Ayuntamiento tras la polémica con Tierno. Bernard denuncia que su puesto anterior desapareció tras una. reestructuración realizada por el equipo de gobierno una vez conocida la sentencia de los tribunales.

Nueva imagen

El dirigente ultraderechista, que sigue ocupando la secretaría general del Frente Nacional y de la FNT, remarcó ayer que había sido reclamado para el gabinete de Personal "únicamente por interés profesional". Bernard dijo: "Ni he renunciado a mi ideología ni nadie del PP me lo ha pedido".

El nuevo asesor jurídico de la Concejalía de Personal pretende, desde su responsabilidad, "dar respeto al funcionarío, del que hay que crear una imagen distinta, menos distante, más cercana y más abierta".

"Somos la derecha nacional pura y dura"

Miguel Bernard Remón, licenciado en derecho por la Universidad de Valladolid, aprobó las oposiciones de técnico de la administración general en 1971, "cuando llevaban 240 temas". No se recata al mostrar su ideología ultraderechista, pero precisa: "Ahora que el PP se ha centrado, nosotros somos la derecha nacional pura y dura, no ultras". En 1989, con motivo de una renovación generacional e ideológica que se vivió en el seno del Frente Nacional, refundado tras la desaparición de Fuerza Nueva, fue nombrado secretario general en previsión a una cercana sucesión de Blas Pinar, que, pese a sus 71 años, aún no se ha producido, "porque conserva unas condiciones físicas y psíquicas envidiables". Dos años después asegura que tiene "las ideas muy claras". "Me enorgullezco, y sé que todos los partidos me respetan por mi actuación uniforme".

Entre las aportaciones que el FN realiza a la ideología nacional resaltan su posición totalmente contraria a la regulación del aborto , en ningún supuesto", y totalmente favorable a la pena de muerte, "tanto para delitos de terrorismo como de tráfico de drogas". Sobre el racismo, Bernard entiende que las ideas de Jean-Marie Le Pen, líder del Frente Nacional francés, son un tanto exageradas, y es algo más permisivo, "porque los inmigrantes, en algunas empresas, cubren mano de obra que los españoles no quieren". Bernard considera que ha pasado la época de los líderes carismáticos y pone como ejemplos a Fraga, "que está a años luz de Aznar", y a Suárez.

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