Letras de más y de, menos

Permítame discrepar de Pío Ballesteros, quien en una carta al director, publicada por su periódico el 9 de agosto, insinuaba la posibilidad de que el Ayuntamiento de Madrid, empeñado en una política de ahorro, hubiese empezado por eliminar letras de los rótulos de las calles: así se entendería cómo la calle de O'Donnell hubiera dejado de llamarse tal para transformarse en O'Donell, eliminando una n, que los municipes tal vez pudieran considerar superflua.Puedo aducir un dato que probaría la tesis contraria: en los nuevos rótulos de la calle que la ciudad de Madrid tiene dedicada a Guteriberg, el Ayuntamiento ha añadido un palote gratuito, innecesario y superfluo a la n del norribre, convirtiéndola así en m. De esta forma, el célebre impresor de Majauncia ha pasado a llamarse Gutemberg. Así que de ahorro , nada de nada.

Aurique también pudiera ser, desechada en este caso la posibilidad del lapsus (sin duda el Ayuntamiento dispone del personal riecesario para supervisar los rótulo,; de las calles), que la razón fuera aún más simple: que el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid se estuviera olvidando de qae la n también existe.