Gaddafi y Carrillo
Considero un acierto haber publicado el 5 de agosto en su diario las entrevistas hechas al presidente libio, Muammar Gaddafi, y al ex secretario general del Partido Comunista de España Santiago Carrillo,Con Gaddafi estoy de acuerdo en que los países europeos no deben poner a disposición de las fuerzas norteamericanas sus territorios sin mermar la confianza en ellos para una colaboración en el Mediterráneo; pero disiento en que sea necesario, antes de instaurar relaciones fructíferas, "saldar antiguas cuentas", pues quizá sea ése el principal error en que incurrió la URSS. En la dicotomía mundial socialismo/capitalismo, el capitalismo es el más fuerte, por lo que debe ir a la montaña sin esperar a que ésta venga; además, cuando los problemas vitales se globalizan, es impensable aislarse o enfrentarse, sin perjuicio de defender los intereses y soberanía propios. En cuanto al antipartidismo de Gaddafi, me suena a primitivo, pues ¿cómo plasmar el pluralismo popular, su representación, sin partidos? Otra cosa es responder a su identidad.
Con Carrillo participo en que el hecho más peligroso hoy es que "la miel está toda en Occidente" (¿bien distribuida?) "y las moscas en el Sur". El Rey dijo de él: "¡Qué pena que sea comunista!", y Lenin dijo de Trotsky: "¡Lástima que no sea de los nuestros!", pero las cosas son como son. La terquedad de Carrillo estriba en sus bandazos: fue consecuente en su inconsecuencia. Empezó siendo socialista y pasó a los comunistas en su auge, disintiendo de su padre, creo, bastante antes del golpe casadista. Antes de la transición apostó por los democristianos, considerando en extinción a los socialistas, y en la transición ayudó a la UCD (en el Gobierno) contra el PSOE, para terminar ayudando a éste (en el Gobierno) contra el PCE e IU.
En los años sesenta predicó en Moscú la "unidad en la diversidad", pero buscó la unidad con los antiunitarios con Moscú, que entonces -dirigían Yugoslavia, Rumania, China...¿Cómo no aprender hoy de los países del Este europeo si conmueven al mundo y se aprende de todo lo que mueve, con acierto o no, afortunada o desgraciadamente?
¿Positivo su balance? Sí, pero ¿para quiénes?-
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