El 'mus' de Urralburu
Mezcla de estupor y tranquilidad en la recta final para decidir quién gobernará Navarra
El mus de la política vasca afronta un órdago imprevisto: el cambio de trazado de la autovía San Sebastián-Pamplona, promovido por la coordinadora Lurraldea, próxima a Herri Batasuna. Precisamente es la coalición abertzale la que, con su voto o su abstención, decide hoy, miércoles, quién gobernará en la comunidad en los próximos cuatro años: Unión del Pueblo Navarro (UPN) o PSOE en coalición con Eusko Alkartasuna. En el segundo caso, repetiría mandato Gabriel Urralburu. En la calle se ve la situación con una mezcla de estupor y tranquilidad.
Los faroles y los envites son habituales en el panorama político navarro, tan dado a difíciles piruetas que el sociólogo Mario Gaviria lo compara con el juego del mus, también muy de estas tierras. El pasado 26 de mayo, los ciudadanos reprodujeron en las urnas sus diversas sensibilidades, enlazarlas con el dilema navarrismo / vasquismo: 20 escaños a Unión del Pueblo Navarro (recién fusionada con el Partido Popular); 19 al PSOE, que había venido gobernando con el apoyo de la derecha; seis a Herri Batasuna; tres a Eusko Alkartasuna, y dos a IU. La baraja estaba repartida en el nuevo Parlamento foral."Sí, ez, bai, no". Las siete votaciones anteriores en la Cámara no han bastado. Hoy, a la octava irá la vencida. Si el candidato socialista, Gabriel Urralburu, no consigue mayoría simple, será su rival Juan Cruz Allí, de UPN, quien consiga la presidencia automáticamente, ya que encabeza la lista más votada.
Herri Batasuna, el comodín que desde el primer momento tuvo la llave del Gobierno, recibió guiños desde ambos bandos -al PSOE le bastaba con su abstención, ya que disponía del apoyo de IU y de EA, éste a cambio de dos carteras
La baza de la autovía
Ahora, la coalición abertzale se ha encontrado con una baza tan fuerte como inesperada: el cambio en el trazado de la autovía San Sebastián-Pamplona acordado el pasado viernes por el PNV y la coordinadora Lurraldea. A la vista del éxito en Guipúzcoa, este grupo próximo a HB pedía al día siguiente el cambio del trazado en Navarra, donde la carretera se construye a buen ritmo.La autovía ha entrado atropellando en el Parlamento navarro: es la carta que puede decidir la partida. Mientras el socialista Urralburu asegura que ellos no negociarán con Lurraldea un nuevo trazado, el candidato de UPN proclama su disposición a dialogar con la coordinadora simpatizante de HB. Juan Cruz Allí niega que la autovía vaya a ser su peaje para alcanzar el poder. "Si llego a ser presidente, serán las instituciones las que decidan, o no, cambios", afirma. Mientras los políticos maniobran, Maquiavelo y Popper se dan cita estos días en la tierra de san Fermín. El primero - "el fin justifica los medios"- podría sorprenderse de los guiños y contactos frenéticos de los partidos en busca de apoyos para lograr el sillón presidencial. En la calle parece mandar más el filósofo Karl Popper, pregonero de las diferencias entre el Parlamento y los ciudadanos. "A mí, la verdad es que me desasosiega el espectáculo", afirma José Mari, de profesión tendero. Lo mismo les ocurre a otros, que también piden anonimato.
Sin embargo, hay quien tira de pragmatismo, como el presidente de la Cámara de Comercio, Javier Taberna. "La autovía es absolutamente vital para nuestro desarrollo. Si hay consenso en el trazado, será más barata", afirma. De hecho, las modificaciones propuestas por Lurraldea para Navarra son inferiores a la aceptadas ahora en Guipúzcoa, y el ahorro en gastos de seguridad sería alto.
La solución al enigma, a partir del 18 de septiembre, fecha en la que se comunicará oficialmente el nombre del nuevo presidente de la comunidad, conocido desde hoy.
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