El Banco de España certifica el estancamiento de la economía

Los síntomas de enfriamiento de la economía española se confirmaron en el primer semestre de este año con un crecimiento del 2,4%, según datos que hará públicos hoy el Banco de España. Este menor ritmo -inferior al 2,8% y 3,1% de los dos semestres precedentes- aumenta las dificultades para llegar al 3% de crecimiento del producto interior bruto para este año previsto por Solchaga. A pesar del pesimismo de estos datos, la economía crece el doble que la media de la CE.

"Atonía, débil crecimiento, fase baja del ciclo económico" son algunos de los calificativos que utiliza el Banco de España en su último informe para definir la marcha de la economía durante el primer semestre del presente año. Las causas de esta fase baja son un débil crecimiento de la demanda y del empleo. La demanda sólo creció en el primer semestre un 2,3%, aunque su incremento más bajo se produjo entre finales de 1990 y principios de este año, cuando se situó en el 2%.Por otra parte, el sector exterior, que había registrado una notable mejora en el primer trimestre, ha sufrido un deterioro en los últimos meses por el mayor crecimiento de las exportaciones.

A partir de abril, el final de la crisis del Golfo, la bajada de los tipos de interés y las subidas salariales por la negociación colectiva, produjeron cierta recuperación.

Estos signos de leve recuperación en los últimos meses del primer semestre han sido más evidentes en el sector público que en el privado. El resultado ha sido la ya conocida expansión del déficit público durante el primer semestre, que alcanzó los 874.000 millones de pesetas frente a unas previsiones iniciales de 500.000 millones de pesetas para todo este año.

Este fuerte aumento del déficit se ha visto acompañado, durante el segundo *trimestre, de graves dificultades para la colocación de deuda pública, lo que ha provocado un mayor recurso al Banco de España y que esta entidad tuviera que adquirir hasta 0,6 billones de pesetas de deuda pública. Página 29