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LA NUEVA U.R.S.S.

Gorbachov defiende un PCUS socialdemócrata

Pilar Bonet

El líder soviético, Mijaíl Gorbachov, defendió ayer la línea socialdemócrata, admitió la posibilidad de cambiar el nombre del Partido Comunista de la Unión Soviética -tal como vienen sugiriendo desde hace tiempo medios próximos al Kremlin- y se pronunció por la celebración de un congreso extraordinario del PCUS en noviembre o diciembre próximo para debatir y aprobar el nuevo programa, de carácter socialdemócrata, de esta organización.

El líder soviético, Mijaíl Gorbachov, manifestó ayer que las diferencias históricas entre comunistas y socialistas han caducado, y advirtió que quienes "asustan con la socialdemocratización" impiden concentrarse en "el principal adversario", en su opinión, las corrientes "antisocialistas y nacional-chovinistas".Gorbachov salió incólume ayer de la primera jornada de trabajo de un pleno del comité central, que no se atrevió a hacerle reproches directos, pero que criticó distintos puntos del programa, de carácter socialdemócrata (dirigido a todos los potenciales votantes y no a una clase social concreta), mediante el cual el PCUS quiere convertirse en un partido parlamentario.

Las decisiones del 281 congreso del PCUS, celebrado en 1990, preveían que el programa debía ser aprobado en una confierencia este año. Sin embargo, Gorbachov acabó ayer aceptando el congreso extraordinario, una idea que ha sido impulsada sobre todo por los sectores ortodoxos comunistas. Estos sectores esperan plantear en ese foro el cese de Gorbachov como secretario general del PCUS. Los reformistas ganan así un tiempo que puede ser utilizado astutamente para producir la necesaria clarificación y división de los militantes del PCUS de acuerdo con sus afinidades o su sentido de la oportunidad.

Pérdida de afiliados

El partido ha perdido 4,2 millones de afiliados en un año y medio, y contaba con 15 millones de miembros el 1 de julio, lo, que supone en cifras absolutas el nivel de militancia de 1973, según datos facilitados ayer por el secretario general.Gorbachov anunció ayer en tono solemne a sus correligionarios que "el anterior modelo teórico y práctico del socialismo, que durante muchas décadas había impuesto el partido, resultó inconsistente". Ante un público que en gran parte se resiste a admitir el cambio, Gorbachov manifestó que el socialismo y el mercado no sólo no son incompatibles, sino que son "inseparables", y que la "idea socialista sólo se puede realizar con éxito en el cauce del desarrollo global de la civilización". La época del asalto al Palacio de Invierno ha pasado a la historia, sentenció.

Varios fueron los oradores que, tras la intervención de Gorbachov, desarrollaron el tema funerario en torno al comunismo. Se destacó un trabajador de Poltava, que dijo tener la impresión de hallarse ante la tumba del comunismo; una tumba en la que se hubiera escrito un epitafio con la siguiente frase: "Duernie en paz, querido camarada". El estado de ánimo fúnebre era compartido también por el primer secretario del PCUS en Leningrado, Borís Guidáspov, quien en un comentario de pasillo consideró que el programa en discusión "no es ni siquiera socialdemócrata, sino liberal".

Pese a creer que el documento no es propio de un partido comunista y estar en contra del ingreso de los creyentes en la organización, Guidáspov anunció que votaría a favor del texto. Una comisión redactora, encabezada por Gorbachov, se encargará de recoger las observaciones hechas al programa y someter a discusión pública el documento de cara al congreso. Los intentos conservadores de proceder a un nuevo registro de militantes antes del congreso fueron rechazados ayer.

Gorbachov criticó los extremismos en el partido y especialmente los de izquierdas (en el sentido clásico), comenzando por la Plataforma Bolchevique y la Iniciativa Comunista. A los primeros les acusó de tratar de revisar las decisiones del 28º congreso y a los segundos, de rechazar la diversidad de formas de propiedad. El líder mencionó de pasada a los Comunistas por la Democracia sin críticas perceptibles, y afirmó que la salida del PCUS de diferentes tendencias "no sólo no perjudica al partido", sino que "lo refuerza".

Refiriéndose a la socialdemocratización del PCUS, Gorbachov dijo que los elementos de divergencia histórica entre socialdemócratas y comunistas -la actitud ante la violencia, ante la dictadura del proletariado y la democracia, el papel de la conciencia socialista y la vanguardia política- "perdieron su valor de antaño".

Gorbachov admitió la posibilidad de cambiar el nombre del PCUS, una idea que desde hace tiempo sugieren medios próximos al dirigente. Tal cambio, motivado por la necesidad de reflejar la idea de "socialismo democrático humano", debería hacerse, señaló el líder, o bien en el congreso o mediante referéndum.

De forma directa, varios oradores criticaron ayer al ex ministro de Exteriores Edvard Shevardnadze, que era miembro del comité central hasta que abandonó el PCUS recientemente. Varios oradores tuvieron palabras de reproche para aquellos que, habiendo iniciado la perestroika al frente del PCUS, se alejaban ahora del partido.

El pleno de ayer produjo una impresión de "tristeza" en Borís Guselétov, uno de los más jóvenes miembros del comité central, que vio la jornada como la "reunión de un partido que no se dispone a luchar por el poder en elecciones, sino que sólo piensa en mantenerlo".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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