El futuro de la paz mundial

Los siete grandes han dicho que quieren que la ONU sea el perro guardián de la paz. La primera reacción al saber que un organismo supuestamente neutral sea encargado de tan noble tarea es el regocijo. Sin embargo, un análisis un poco más detenido nos devuelve el pesimismo sobre la consecución de la paz en el mundo.La hipocresía con la que los más ricos defienden los sistemas democráticos en algunas ocasiones (Irak, Cuba) y no lo hacen en otras (Kuwait, Suráfrica) los delata de nuevo, pues la ONU es una institución despótica en la que no se da la regla maestra de la democracia: un hombre,. un voto, que en este caso sería un país, un voto, sino una propia del autoritarismo más recalcitrante: cinco potencias, cinco vetos, pues todos sabemos que las decisiones en la ONU las toma su Consejo de Seguridad, dos de cuyos miembros (la URSS y China) están seriamente maniatados por su situación económica y su dependencia de las ayudas de Occidente.

Nos encontramos, por tanto, ante un perro guardián en cuyas entrañas se fabrica el 80% del armamento mundial y cuyos dientes serán enseñados por EE UU, el Reino Unido y Francia mientras la URSS y China mueven el rabito. Por otro lado, alemanes y japoneses callarán, esperando cortar el bacalao en asuntos económicos. Así las cosas, mal futuro se le augura a la paz mundial-