La eliminación de los 'bordillos-bus' afectará a 36 líneas de la EMT y a sus 665.000 viajeros diarios

Los 3,5 kilómetros de bordillos separadores de carriles-bus están condenados a muerte. El Gobierno del PP ejecutará la sentencia, proclamada en campaña electoral, desde el 1 de agosto. Los populares los consideran inoperantes y peligrosos. El PSOE -que sólo llegó a instalar, antes de ser apeado del Gobierno en 1989, un tercio de los bordillos previstos- calcula que su desaparición afectará negativamente a 36 líneas que transportan 665.000 viajeros al día.

La Operación Asfalto que se desarrollará en agosto acabará con los 3,5 kilómetros de separadores físicos del carril-bus que el PSOE instaló entre 1987 y 1989 en "calles con una intensidad de más de 60 autobuses a la hora y con escasos comercios", describía el entonces responsable de Circulación, Eugenio Morales.Con Morales se colocaron la mayor parte de los bordillos que ahora desaparecerán, pero fue su predecesor, Valentín Medel, el que instaló los primeros, en las calles de Alcalá y Serrano. Este último, que levantó las iras de los comerciantes, fue el primero que eliminó la coalición de centro-derecha ei7 el verano de 1989.

Ahora, el PP, ya solo en el gobierno local, acabará con los bordillos que ha tenido en su punto de mira desde que en 1987 criticara que su instalación no estaba inspirada en ningún estudio técnico. El PSOE, desde la oposición, devuelve la pelota: "El concejal de Circulación ha comentado que no tiene intención de hacer un informe que justifique su eliminación", explica Morales. "Y no la tiene porque, según dijo, se trata de una cuestión política, y no técnica".Según los cálculos efectuados por el grupo socialista, la desaparición del separador afectará a la fluidez de 36 líneas de autobuses en las que viajan 665.000 pasajeros, "lo que representa más del 25% de las líneas de la EMT y un 47% de los viajeros", explica Morales.

Los accidentes provocados por los bordillos no son tantos como para, a juicio del PSOE, justificar su desaparición. 'Tos estudios técnicos nunca detectaron que la accidentabilidad aumentara tras la instalación del separador". En los últimos dos años se han registrado 17 accidentes, dos de ellos mortales, originados por los bordillos.

Luis María Huete, primer teniente de alcalde del PP, no encuentra razón para amnistiarlos. "Son peligrosos e inoperantes por su rigidez, y no han solucionado nada", señala. Huete afirma que no va a haber patrullas especiales para los carriles-bus, cuya ocupación ilegal "es sólo cuestión de educación vial".

Morales considera que el paseo de las Delicias, por donde pasan 150 autobuses en una hora punta, será el tramo más perjudicado. "Por esta calle, 240.000 personas viajan en autobús, y 75.000, en vehículo privado". Como alternativa al bordillo se instalará una banda rugosa o sónica, que ya existe en la M-30, que provoca vibraciones cuando un vehículo pasa sobre ella.