Solchaga anuncia un "ajuste prolongado"` tras la ruptura del pacto

La decisión de los sindicatos de levantarse de la mesa de negociaciones supuso ayer la ruptura de las conversaciones para el pacto de competitividad con la patronal CEOE, propuesto por el ministro de Economía, Carlos Solchaga, hace unos 40 días. Los secretarios generales de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, respectivamente, adoptaron esta decisión tras expresar que el Gobierno y la CEOE habían rechazado todas sus demandas. Después de la decisión sindical, Carlos Solchaga anunció la puesta en práctica de "un ajuste prolongado" en política monetaria y fiscal hasta converger con la CE. El ministro precisó que la ausencia de pacto provocará que España renuncie "a un potencial mayor de crecimiento económico y de creación de empleo". Sus cálculos indican que la economía crecerá el 1% menos y la creación de empleo será el 1,5% menor, lo que supondrá que el número de parados a finales de 1995 será superior en 700.000, más que si se hubiera alcanzado el pacto. Las primeras medidas de ajuste se incluirán en el presupuesto de 1992, que actualmente está elaborando el Gobierno. Carlos Solchaga confesó también que la ruptura de la concertación social le produce "una profunda decepción" por los desafíos que tiene España ante la entrada en vigor del mercado único de 1993.Juan Jiménez Aguilar, secretario general de la patronal CEOE, aseguró con rotundidad que "los sindicatos no han querido negociar, han venido a impedir el acuerdo". Y añadió: "Hay que decirlo todo. El primero que se ha puesto en pie ha sido don Nicolás Redondo, y detrás de él han desfilado todos los demás, sin esperar a que el ministro de Economía diese por finalizada la sesión".

Los dirigentes de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, respectivamente, ya habían previsto esas acusaciones. Redondo dijo antes de entrar en la reunión que se corría "el riesgo de que se pueda matar al mensajero por decir la verdad".Antonio Gutiérrez aseguró que los sindicatos no quieren contribuir a "la gran mentira de estas negociaciones, que se limitaban a una moderación de salarios".

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