Iberia puntualiza

En relación con la carta de la señora Y. Hansen publicada en Cartas al Director el pasado 9 de julio con el título Abandonada en Barajas, agradecería la publicación de los resultados de las investigaciones llevadas a cabo por esta unidad de relaciones con los clientes de Iberia sobre los hechos citados.La madre de la señora Hansen, dado su estado físico, realizó los trámites de embarque en una silla de ruedas atendida y manejada por un empleado de la compañía, quien la trasladó al control de policía -control que sólo pueden franquear los pasajeros que van a realizar un vuelo- y posteriormente al avión. El vuelo que debería realizar la madre de la señora Hansen tuvo que retrasarse por avería; se desembarcó a los pasajeros y se les condujo hasta la sala de tránsitos internacionales, operación que, en el caso de la pasajera que nos ocupa, fue realizada por el mismo empleado que la atendió en las formalidades de embarque.

Una vez en dicha sala, la madre de la señora Hansen mostró un gran nerviosismo y preocupación al detectar que no tenía consigo su bolso de mano. Tanto los empleados de relaciones públicas presentes en el recinto como el empleado que la atendía en su silla de ruedas comenzaron las indagaciones para localizar el bolso de la pasajera.

Tras múltiples gestiones, la Guardia Civil del control de pasajeros informó de que el bolso había sido hallado y depositado en la oficina de objetos extraviados dependiente de Aviación Civil sita en la terminal nacional del aeropuerto de Barajas.

Hasta allí se trasladó el empleado de Iberia que atendía a la pasajera, donde firmó el oportuno recibo y constancia del contenido del bolso (documentos, fotografías, útiles de aseo, una radiografía, medicinas, 400 francos luxemburgueses, 200 marcos alemanes y 2.000 pesetas). De nuevo en la sala, lo entregó a la madre de la señora Hansen, quien a su vez, y por indicación del citado empleado, procedió a verificar el contenido, dándolo por correcto. La pasajera manifestó su agradecimiento al empleado de forma efusiva, y a continuación embarcó definitivamente.

Días después de los hechos, la señora Hansen formuló una reclamación escrita ante la compañía y otorgó una semana de plazo para recibir una respuesta satisfactoria por lo sucedido, así como por la falta de 800 marcos del bolso de su madre. Antes de agotarse dicho plazo, y estando en curso la investigación, apareció publicada en esta sección la versión de los hechos de la señora Hansen.

Confiamos en que la exposición cronológica realizada por nuestra parte aclare satisfactoriamente las quejas de la señora

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Hansen, a la que desde aquí, y con independencia de la respuesta oficial que la compañía dará a su ' reclamación, hacemos llegar nuestros deseos por una pronta recuperación de su madre, así como nuestras disculpas por el retraso sufrido, culpa de la citada avería.- Jefe de la unidad de relaciones con los clientes de Iberia.