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De Nicolás Franco a Filesa

Alberto Flores presidió un casino en crisis antes de asesorar a bancos e industrias

Alberto Flores Valencia, director y presunto socio mayoritario del grupo Malesa / Filesa, actuó como principal ejecutivo de la sociedad propietaria del casino de Villajoyosa (Alicante), en una operación auspiciada por Nicolás Franco y Pasqual del Pobil -sobrino del anterior jefe del Estado-, principal accionista de la entidad. Flores contaba con esta experiencia y con otra posterior en el sector del juego, antes de manejar el grupo de consultorías que, de forma todavía oscura, ha aconsejado decisiones estratégicas a importantes empresas.

JOAQUÍN PRIETO, La relación entre el sobrino del anterior jefe del Estado y Alberto Flores se remonta al año 1984. Nicolás Franco, el miembro más liberal de la familia del dictador -durante la transición estableció contactos con Santiago Carrillo y Felipe González, entre otros- sufría fuertes problemas financieros en la empresa Casino Costa Blanca, SA, de la cual fue consejero delegado hasta el 15 de septiembre de 1983. Tras un corto interregno, Flores fue nombrado presidente y consejero-delegado, el 2 de febrero de 1984.La operación consistía en usar "las relaciones" que se le suponían a Flores para resolver la situación económica de la sociedad, según un portavoz de la misma. El Costa Blanca debía al Estado más de 900 millones en tributos no pagados y otros 150 millones al Banco de Alicante, perteneciente al grupo del Banco Exterior, que amenazó al casino con el embargo.

En ese momento crítico, la gestión sobre la tasa del juego fue cedida por el Ministerio del Interior a la Generalitat valenciana. Los propietarios del casino iniciaron negociaciones directas con la Administración autonómica, presidida por Joan Lerma, y Alberto Flores fue destituido. El cese, según un portavoz de la empresa Casino Costa Blanca, SA, se debió a "ineficacia profesional", lo cual no ha podido ser contrastado con Flores, quien ha eludido las llamadas y notas de este periódico a lo largo de las tres últimas semanas.

Como fruto de las negociaciones entre la sociedad propietaria del casino y la Generalitat, se estableció un convenio para el pago aplazado de la tasa, en cuyas cláusulas figuraba la incorporación de personas de confianza de la autoridad autonómica. Por esa razón entraron en el consejo de administración un funcionario de la Dirección General de Tributos de la Generalitat, Higinio Picon, y el abogado Fernando Múgica, hermano del dirigente socialista Enrique Múgica.

El saneamiento del casino se ha producido, principalmente, con los beneficios proporcionados por la venta de 90.000 metros cuadrados de terrenos próximos a la instalación de juego, operación que resultó polémica. (Véase EL PAÍS, 28 de marzo de 1990). Tras la misma, Picón y Múgica han salido del consejo de administración.

Mientras tanto, Alberto Flores se había incorporado al consorcio organizado en tomo a los empresarios Manuel Domínguez y Rafael Álvarez Colunga, que optaba a la concesión del casino de Sevilla. Obtuvieron, en efecto, la licencia de la Junta de Andalucía, presidida entonces por José Rodríguez de la Borbolla, pero Alberto Flores tuvo que salir también de ese proyecto. La licencia del casino sevillano ha sido suspendida ahora por el equipo de Manuel Chaves, sucesor de Rodríguez de la Borbolla.

Con este bagaje de experiencias en el sector del juego, Flores ha aparecido al frente de la firma Filesa, SA, que durante 1989 y 1990 aconsejó decisiones estratégicas a dos de las principales instituciones financieras de este país, así como a la empresa petrolera Cepsa, la constructora Focsa, la multinacional ABB y otras compañías, además de crear una pequeña cadena de sociedades participadas por aquella.

Estructura de Filesa

Filesa fue fundada el 11 de febrero de 1988, con 300.000 pesetas. Un año más tarde, su capital social se incrementó en 9,7 millones de pesetas: no se declaró la entrada de nuevos accionistas, sino que el aumento fue suscrito por los fundadores que, según los datos aportados al registro mercantil, eran la entidad Malesa, SA (68%), Manuel Alberich (16%) y Luis Oliveró (16%). El ex contable, Carlos van Schouwen, ha afirmado reiteradamente que Filesa, SA fue comprada realmente por Alberto Flores.

Luis Oliveró, administrador de Filesa y Time Export, es la persona cuyo nombre ha sido difundido hasta la saciedad como responsable de dichas empresas, en su calidad de administrador. Sin embargo, y al menos en lo que concierne a Filesa, Alberto Flores es quien dispone de plena capacidad legal para gestionar los negocios de la consultora.

Flores tiene atribuidas las facultades de Ilevar la dirección de los negocios de la empresa, nombrar y despedir factores y empleados, señalar sus funciones y retribuciones", así como comprar y vender, operar con las instituciones financieras, representar a la sociedad en juicio y otorgar y firmar documentos congruentes con las facultades que se le confieren en dicho poder, "que deberá ser siempre interpretado con la mayor amplitud".

El 'despegue' de la consultora

EL PAÍS, Al margen de las imputaciones realizadas por el ex contable de Filesa, Carlos van Schouwen, sobre el carácter o no de Alberto Flores como hombre de paja del diputado socialista Carlos Navarro, que es dificil de comprobar, se ha verificado la existencia del poder notarial por el cual Flores obtuvo todas las facultades de dirección.

A partir de ese momento comienza la creación de empresas participadas y se cobra a ABB por aconsejarle sobre viabilidad de empresas, a Abengoa por "asesoramiento sobre el sector eléctrico", a Focsa por asesorarle respecto al establecimiento de constructoras en Francia y Gran Bretaña o al Banco Bilbao Vizcaya por trabajos relativos "al sector industrial" en la CE.

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