La desviación en el gasto por subsidio de paro superará este año los 100.000 millones
El Instituto Nacional de Empleo (Inem) tendrá que destinar este año a pagar el subsidio de desempleo contributivo más de 100.000 millones de pesetas por encima de lo presupuestado. El Inem tiene un presupuesto para este fin de 596.547 millones de pesetas, un 9% más que el año anterior. Frente a ello, el número de beneficiarios aumentará más del 18%. El Instituto reconoce que "ha habido una desviación al alza del gasto", que no concreta por no ser "el momento oportuno". Diversas fuentes de la Administración afirman que el principal motivo del desvío del gasto es el incremento de la contratación temporal, que se ha doblado en los últimos tres años.
, El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, ha justificado el reajuste presupuestario -calculado incialmente en un recorte de 400.000 millones de pesetas- entre otras razones, en el aumento del gasto de cobertura de desempleo. El problema, a juicio de Comisiones Obreras, es que los presupuestos del Inem "desde hace cuatro años son ficticios" y no reflejan la evolución real que debe seguir el gasto porque "es Hacienda la que impone las cuentas al Inem".Según Eduardo Gutiérrez, del gabinete técnico confederal del sindicato, es un "ejercicio inútil" ya que el seguro de desempleo es un derecho subjetivo que no se puede tocar. Es decir, todo aquel que lo tenga reconocido lo cobra, independientemente de que la partida presupuestaria se quede o no corta.
Mientras, Ramón Salabert, director general del Inem, senala que quien tiene que "aclarar las cifras son los del Ministerio de Economía que son los que han dicho que el gasto de prestaciones por desempleo se está disparando". La dirección general del Instituto se niega a facilitar datos referentes al número de prestaciones y al presupuesto alegando que "la situación actual no es la más idónea para ello".
Según datos del Ministerio de Trabajo, el número de perceptores del seguro de desempleo contributivo o básico (al que se accede por el pago de cuotas) ha venido creciendo desde 1989, fecha que coincide con el fin de la primera hornada de contratos temporales por un máximo de tres años. Este aumento en el número de perceptores se hace especialmente fuerte en 1990, cuando crece un 18,8% de media. En los tres primeros meses de este año el aumento, con respecto a igual periodo del año anterior, llega a ser de hasta el 28,1% (febrero sobre febrero). En marzo, el número de prestaciones era un 23,2% superior al del año anterior, según datos de CC OO basados en estadísticas del Inem.
Males de la eventualidad
Para este año, el incremento medio de beneficiarios sería, según las mismas fuentes, del 18,6%. Es decir, deberán pagarse casi 100.000 prestaciones más. Según CC OO el presupuesto de este año cubre a 32.000 personas menos que en 1990, es decir se han presupuestado fondos para 466.592 personas. Si las estimaciones son de 591.231 prestatarios de media para este año supone que falta presupuesto para 124.639 subsidios básicos. Teniendo en cuenta que la media anual es de casi 900.000 pesetas por parado, el gasto superará en más de 100.000 millones lo presupuestado. Según las fuentes consultadas, el aumento de la contratación temporal es una de las causas principales del incremento en el gasto por desempleo, a pesar de que disminuya el número de parados.
A partir de la utilización masiva de la contratación temporal introducida en 1985 "el flujo de altas y bajas del mercado de trabajo ha cambiado de dimensión", dice el gabinete técnico de CC OO. Lo cierto es que los contratos temporales permiten que un empleo pueda cubrirse durante un año con hasta cuatro trabajadores diferentes. La precarización del empleo ha supuesto el incremento de los beneficiarios del subsidio de paro (por cada seis meses de trabajo se perciben tres de subsidio).
A este respecto, el Informe sobre las Modalidades de Contratación en España elaborado por los profesores Julio Segura, Luis Toharia, Federico Durán y Samuel Bentolila por encargo del Ministerio de Trabajo y presentado este año, dice que la flexibilización del mercado de trabajo significa la "reducción de los costes de resolución de los contratos para las empresas, que pueden recaer sobre los trabajadores o sobre la Administración". En sus conclusiones afirma que la contratación temporal posibilita "la reducción de los costes laborales de las empresas mediante la asunción de parte de estos costes por la Administración".
Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística, sólo un 24% de los trabajadores con contrato temporal durante el periodo 1985-1989 pasaron a tener contrato indefinido. El informe de los profesores dice que la proporción de asalariados con contrato temporal se ha duplicado en los últimos tres años hasta suponer un 30%.
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