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Trabajo desconoce cuando hará públicos los resultados de las elecciones sindicales celebradas hace siete meses

El Ministerio de Trabajo no sabe aún cuándo estarán disponibles los resultados oficiales globales de las elecciones sindicales que se realizaron entre el 15 de septiembre y el 15 de diciembre de 1990. La UGT calcula que hasta el próximo mes de octubre no estarán homologados, con lo que se habría tardado más de un año. A pesar de que no existen datos oficiales todavía, parece claro que UGT ha ganado estas elecciones ya que CC OO, su principal competidor, reconoce que el sindicato socialista ha sacado 11.000 delegados más.

Cuando el pasado ocho de mayo los responsables del Ministerio de Trabajo presentaron los datos provisionales reconocieron no tener ninguna previsión en cuanto a la fecha en la que finalizarán el cómputo. Pero sí señalaron que confiaban en darlos en un plazo similar a las elecciones sindicales de 1986 [el cinco de junio de 1987]. Hace ya más de un mes que ha pasado ese periodo y Trabajo sigue sin hacer públicos los datos.

"Solamente estamos obligados legalmente a dar el avance cuando están el 70% de los datos válidos", ha señalado un portavoz del ministerio para justificar el retraso.

Trabajo tenía calificadas el ocho de mayo el 70,67% de las actas registradas que daban 69.729 delegados a la Unión General de Trabajadores (UGT) y a Comisiones Obreras 59.334 representantes sindicales. Pero no dieron datos sobre el fraude detectado. Las últimas noticias del ministerio sobre las elecciones es que, a 31 de mayo, habían valorado el 76% de los votos.

El resultado de esta situación es que Trabajo va a tardar mucho más en facilitar los resultados de las elecciones sindicales de 1990 que las que tuvieron lugar en 1986, pues entonces los datos se publicaron cinco meses y cinco días después de que finalizara el proceso electoral.

Parcialidad

José Manuel de la Parra, secretario de organización de Comisiones Obreras, puntualiza que los datos provisionales que dio el ministerio eran muy parciales ya que no se contabilizaban "territorios tan importantes como Cataluña, Andalucía, Canarias y Madrid".

El sindicalista explica que hace más de un mes que le han mandado una carta a Luis Martínez Noval, ministro de Trabajo y Seguridad Social, recordándole el retraso y pidiendo que se reuna la Comisión Nacional de Elecciones Sindicales. "Pero como el que oye llover", se lamenta De la Parra, quien no ha recibido ninguna contestación del ministerio.

Según el último balance elaborado por CC OO, los datos coinciden con los que ha venido dando UGT, la central ugetista cuenta con 11.000 delegados más que ellos. En total el sindicato socialista lleva 79.225 delegados computados y CC OO 67.606 representantes. Por fraude o irregularidades de diversa índole no se han computado 8.587 delegados de UGT y 5.200 de CC OO. A la vista de los datos todavía quedan muchas actas que computar hasta llegar a los más de 200.000 delegados que calcularon inicialmente las dos centrales mayoritarias.

José Manuel de la Parra achaca este retraso a que "le ha llegado a la Administración su turno de tener que explicar a qué obedece el que estas cosas [retrasos y fraude] hayan sucedido". A su juicio, Trabajo tiene que dar "su respuesta de control y transparencia de unrégimen democrático en unas elecciones, porque ya no cabe la polémica entre los sindicatos". 'Lo fundamental", añade, "no es qué sindicato se alza con la victoria; el tema de fondo es quién tiene que asumir las críticas mayores, es decir, la Administración".

La Administración: culpable

Antón Saracíbar, secretario de organización de UGT, no escatima adjetivos a la hora de valorar la actuación del ministerio en la homologación de los resultados de las elecciones sindicales. Además calcula que hasta el 1 de octubre no estarán homologados los resultados de unos comicios que empezaron el 15 de septiembre de 1990 con lo que se habrá tardado más de un año en hacer públicos los datos oficiales totales.

Según él, la Administración no es lo suficientemente ágil" o "no está tratando el asunto con la diligencia necesaria". En opinión de Antón Saracíbar, si esto hubiera pasado con las elecciones municipales "se hubiera considerado un escándalo". 'La eficacia de la Administración en relación con la homologación de los resultados es muy escasa por no decir nula", sentencia.

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