Akzo propone que La Seda suspenda pagos y los consejeros españoles dimiten de sus cargos

Los consejeros españoles de La Seda -Carlos Payá, Rafael Amézola, Eusebio Bertrand y Juan Ribalta- presentaron ayer la dimisión de sus cargos en una tormentosa reunión del consejo de administración. El socio mayoritario, Akzo, defendió en el consejo la conveniencia de llevar a La Seda a una suspensión de pagos. El presidente de La Seda, Lorenzo Gascón, se opuso a esta solución y ha convocado a los accionistas parta el próximo 1 de agosto.

El presidente de La Seda y Akzo dieron a conocer anoche comunicados distintos y no coincidentes sobre la reunión del consejo que se prolongó durante diez horas. Los consejeros holandeses de Akzo -Udo Stark, Villem Meyberg y Aaarmout A. Loudon (este último, presidente de Akzo, estuvo representado por H. Meyberg) continúan en sus puestos.

Un portavoz de Akzo afirmó anoche que el próximo uno de agosto La Seda tendrá un nuevo consejo de administración dominado por la firma holandesa. El portavoz afirmó que el repesentante de Akzo en el consejo, H. Meyberg, propuso ayer "la presentación de un procedimiento concursal [suspensión de pagos], pero los consejeros españoles vincularon su aprobación de esta propuesta a condiciones que se encontraban fuera de las facultades del consejo". El portavoz declinó comentar cuáles eran estas condiciones.

La reunión del consejo de administración estuvo marcada por el enfrentamiento dialéctico entre los consejeros españoles y holandeses. En los últimos días Akzo ha entablado negociaciones para traspasar su participación en La Seda con empresarios españoles.

Según manifestó ayer a este diario un empresario textil que pidió no ser identificado, empresarios catalanes ya fueron tanteados hace unas semanas por Akzo para conocer su interés por tomar una participación en La Seda. Según este empresario, la Generalitat de Cataluña fue informada por los propios empresarios de este contacto, que no tuvo buena acogida por lo que quedó roto.

El grupo Akzo mantiene negociaciones para traspasar a empresarios españoles su participación en la sociedad, una vez que los bancos acreedores han rechazado su oferta de entrar en el capital de la empresa y cobrar la deuda avalada por Akzo, que asciende a 4.000 millones.

Un portavoz de Akzo reiteró el interés de la multinacional por desprenderse de su participación en La Seda a través de la Bolsa, en el momento en que se reanude la cotización.