El filón europeo
Festival de Jazz de Getxo
Sección Internacional: Hitchcock / Presencer Quintet, Solal / Lafitte Quartet (día 5 de julio). The Docy Brothers Band, Jan Garbarek Group (día 6 de julio). Precio: 700 pesetas. Polideportivo Fadura. Getxo.
La 15ª edición del Festival de Jazz Europeo de Getxo ha concluido con la actuación de la cantante Paula Bas. Quizá como reflejo de la esmerada organización, el balance artístico final ha sido brillante. La breve pero intensa sección internacional, concentrada en dos conciertos dobles, ha encontrado en el jazz europeo un auténtico filón de músicos de talento más que notable.En la primera jornada presentó a dos grupos distanciados por la edad de sus miembros, pero muy próximos en el planteamiento para llegar a la esencia del jazz. En el jovencísimo quinteto dirigido por el saxofonista Nigel Hitchcock y el trompetista Gerard Presencer militan tres firmes promesas del jazz británico: los dos líderes, sorprendentes conocedores del lenguaje jazzístico, y Jason Rebello, un soberbio pianista sin arquetipo nítido, sensible en las baladas y valiente en los tiempos trepidantes.
Realidades
En la segunda mitad, a cargo del cuarteto del pianista Martial Solal y el saxofonista Guy Lafitte, llegaron las realidades, las notas con marchamo de clásicas desde el mismo momento que salen de los instrumentos. Solal, audaz, chispeante y dinámico, brillo en una prodigiosa versión de A night in Tunisia y Lafitte, como si no pasaran los años por él, hizo una verdadera demostración de sabiduría en un conmovedor Lush life. Contribuyeron a redondear esta sesión, la mejor del festival, el contrabajista Pierre Boussaguet y el batería Al Levitt desde la cautela y sobriedad de sus acompañamientos.
El día siguiente estuvo dedicado a músicos escandinavos. En la primera parte actuaron los daneses hermanos Docy, el pianista Niels Lan y el contrabajista Chris Minh, al frente de un grupo incapaz de funcionar como tal, irregular y todavía indefinido que incluía como solista de supuesto lujo al saxofonista escocés Tommy Smith. Precisamente éste último cerró la sección internacional del festival. El del saxofonista noruego es un ámbito particular, íntimo, coherente con sus raíces culturales y abierto a la belleza universal. Su música poco tiene que ver con el jazz, pero encierra sentimiento sincero y ése es un valor en desuso. Su mayor logro es actualizar, sin perder emoción y carácter evocador, los sonidos que sus antepasados extraían de instrumentos como la trompa prillar o el lur.
Babelia
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