Maña
Seguramente, Erostarbe, alias Fitipaldi, es conocido entre sus amigos como Fiti, por esa tendencia al apócope que proporcionan la e ostumbre y el cariño. Sí, hombre, Fiti, ese chico tan trabajador y tan mañoso. Dicen que ha sido él quien ha ingeniado el nuevo tipo de bomba que usa ETA. Un diseño finísimo.Por lo visto, los flamantes artefactos poseen al menos tres mecanismos de activación no conocidos. Hay que ver la de magín que hay que poner en ello. En inventarlo, digo. Meimagino al laborioso Fiti currando por las tardes en un cuarto pequeño de su casa, en el que quizá haya un sofá desfondado, un televisor, un osito de peluche de algún niño. Allí, en la mesa, sobre un hule, Fiti extenderá sus destornilladores, sus alicates y sus pinzas, comprados en la sección de bricolaje de El Corte Inglés o puede que en los almacenes Au Printemps, por que el hombre está en Francia.
Cuánto ingenio, cuánta dedicación, cuánta creatividad hay que poner para inventar una bomba tan buena. Cavilará el tipo durante horas sobre cómo colocar el explosivo para que pueda matar más y mejor. Apretará con mimo un tomillito y, se dirá: "Va a quedarme preciosa". Pensará en su trabajo por las noches, en la soledad de la duermevela, y por las mañanas, bajo el tamborileo de la ducha, y al fin ideará un mecanismo nuevo, qué estupendo: en cuanto que rocen con este alambre se revientan. Estará orgulloso de su invento.
No sólo produce náuseas, sino un vértigo profundo ese tesón helado, esta maña asesina, esta perseverancia creativa en el destripamiento de inocentes. El razonamiento de la sinrazón, eso es lo más perverso: también los científicos de HitIer se estrujaron las neuronas ideando unos hornos crematorios más eficaces. ¿Y esos ayuntamientos de HB que después les nombran hijos predilectos? El fanatismo es el atributo humano más abyecto.
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