Alarma en Filipinas ante el riesgo de nuevas erupciones
El volcán Pinatubo, situado en la provincia filipina de Zambales, 55 kilómetros al norte de Manila, volvió ayer a despedir rocas, arena y ceniza en dos violentas explosiones, que lanzaron los residuos volcánicos a 15.000 metros de altura, según informó el Instituto Filipino de Vulcanología. Además, los sismógrafos registraron 319 terremotos de mediana intensidad en las inmediaciones del volcán. Especialistas del ejército han comenzado a volar con explosivos los diques causados por residuos volcánicos en los cauces de los ríos, con el fin de prevenir desbordamientos. Las violentas explosiones del Pinatubo, que entró en erupción el pasado día 9 de junio tras 600 años de inactividad, han causado hasta el momento la muerte de 320 personas y 200.000 damnificados.
Los especialistas han confirmado también que el volcán Taal, a unos 70 kilómetros al sur de Manila, muestra de nuevo signos de actividad y se han registrado en las últimas 24 horas 18 temblores volcánicos.
Por otra parte, el ejército filipino tomó el miércoles el cuartel general de la guerrilla comunista del Nuevo Ejército del Pueblo, tras una semana de duros combates en los que murieron al menos diez rebeldes y otros 20 resultaron heridos.
