Selectividad

En relación a la columna titulada Selectividad, firmada por Joaquín Vidal y aparecida en su periódico el pasado día 11 de junio, quisiera expresar mi opinión:Es obvio que las puntuaciones de la selectividad están con feccionadas en función del mercado profesional vigente. Si hay demasiados médicos y abogados habrá que frenar la avalancha -esgrime la Administración.

Debería ser igualmente obvio que toda la cultura tiene el mismo valor. Por ello, me merecen el mismo respeto un flamante auxiliar administrativo que un flamante abogado que un flamante médico.

Sobraban, pues, esas consideraciones discriminatorias y peyorativas que el señor J. V. hace: "... dependen de su nota en el examen de selectividad para que el aspirante a médico sea eso o licenciado en románicas; el aspirante a abogado, eso o solícito ATS; el aspirante a periodista, eso o aviador, y si tampoco, auxiliar de vuelo en parapente ..."

Por tanto, aun estando de acuerdo con el mensaje subyacente de su columna y precisamente por ello, le ruego al señor J. V. que reflexione sobre los siguientes aspectos:

Que tanta vocación e igualmente importante tiene el aspirante a filólogo como el aspirante a médico, que a los muchachos con vocación de filólogo, ATS o aviador les puede pasar exactamente lo mismo en la selectividad que a los que tienen vocación de médico, abogado o periodista, pero... quizá para el señor J. V. esto último no tenga tanta importancia. ¿Y sabe por qué? Porque en esta sociedad actual prima la funcionalidad de la cultura, su utilidad y el dinero que pueda producir.

Por suerte, muchos filólogos o romanistas como yo conseguimos en su día seguir nuestra vocación alimentada también desde pequeñitos, y creo que hacemos por la cultura y la sociedad tanto o más que un médico, un abogado o un periodista, lo que pasa es que todo el mundo no va a querer ser lo mismo, ni todo el mundo tiene porque tener los mismos prejuicios capitalistas.-licenciado en Filología Románica.