Él no lo haría

José Sánchez, alias El loco, condenado por intento de asesinato, solicitó recientemente al director de la cárcel que le permitiese tener a Lucas, un canario al que abandonó hace cinco meses cuando ingresó en prisión. Pero mientras José añora tener a su lado a su canario, muchos españoles aprovechan la llegada del verano para deshacerse de sus animales de compañía. En España, 100.000 animales son abandonados cada año.

La escena se repite año tras año por estas fechas. Toda la familia entra al coche. Una parada brusca a mitad de camino y de pronto, la puerta que se abre, dejando en la autopista un nuevo animal abandonado. Sólo en las calles de Madrid, en los meses de verano deambulan 10.000 perros sin dueño. De los 100.000 que son abandonados cada año, 40.000 corresponden a Cataluña.Existen unos seis millones de perros y gatos en los hogares españoles, lo que supone que un 25% de las familias tienen un animal de compañía, frente al 35% de media en Europa y al 55% de EE UU, según datos de la Fundación Purina, organizadora del Primer Congreso Internacional de Animales de Compañía, celebrado recientemente en Madrid. Ha sido precisamente Cataluña la primera comunidad que promulgó una Ley para la protección de los animales de compañía. Hoy, otras cuatro comunidades la han adoptado: Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia y Canarias.

José Sánchez sabe que no existe ninguna legislación especial en España para que los reclusos puedan tener consigo animales domésticos. Sin embargo, espera que su pájaro le acompañe hasta que cumpla el resto de su condena.

Compañía en la cárcel

Mary Whym, jefe superior de libertad vigilada del Condado de Lancashire en Londres, asegura que los animales de compañía brindan a los reclusos un escape a su soledad, mejora la comunicación entre los presos, aumenta su propia estima y contribuye al aprendizaje de oficios relacionados con el cuidado de los animales. "Hemos comprobado que su sociabilidad está relacionada con su condición social. Si han sido individuos solitarios desearán suplir la necesidad de cariño teniendo consigo un animal", afirma esta experta británica, que señala que en su país este programa permitió que algunos internos entrenaran perros que luego fueron utilizados por personas disminuidas.Este programa sólo se ha aplicado en el Reino Unido y Estados Unidos. Sin embargo, en algunas prisiones españolas lo utilizan, permitiendo que algunos presos tengan consigo aninales de jaula, según ha manifestado Arturo Fernández, director de la cárcel de Alcalá Meco (Madrid).

Caso contrario ocurre en la prisión de Nanclares de Oca (Álava), donde por ningún motivo les es permitido a los internos tener sus animales de compañía, y en la cárcel de Ceuta, según afirma su director, José María Jiménez: "No permitimos el acceso de animales domésticos. Además, no figura como norma dentro del reglamento y ninguno de nuestros reclusos nos ha hecho tal petición".

Mientras, José Sánchez espera que le dejen tener consigo a Lucas, el único amigo que tenía en su pueblo natal.