Éxodo caótico de 300.000 filipinos por la erupción del volcán Pinatubo
Las violentas erupciones del volcán Pinatubo han llevado el pánico a Filipinas. El aeropuerto de la capital, Manila, a menos de 100 kilómetros del centro de la catástrofe, ha sido cerrado. Unas 300.000 personas huyen desordenadamente de las rocas volantes, el gas, la ceniza y la lava, que ya han sepultado varias poblaciones y causado decenas de muertos y heridos. El Pinatubo ha despertado de su letargo de más de 600 años y ha llevado el terror hasta la base norteamericana de Clark, cuyo personal ha sido evacuado.
Pese a que los vulcanólogos se inclinan por pensar que lo peor ha pasado ya, los habitantes de la zona huyen en desorden hacia lugares más seguros, apiñados en autobuses, camiones, automóviles privados, carros o a pie. Muchos se protegen con paraguas de la lluvia de ceniza y rocas ardientes, que dibujan en muchas localidades lo que parece un paisaje nevado. El miedo ha llegado hasta Manila, donde a primera hora de ayer se produjo un, fuerte ovimiento sísmico, que no causó vítimas ni daños importantes.Los norteamericanos han evacuado la base de Clark, 15.000 personas entre personal militar y sus familias. Casi todas ellas han encontrado acogida en la otra gran instalación del Pentágono en Filipinas, la de Subic Bay. Sin embargo, Washington ha decidido ya evacuar del archipiélago asiático a 20.000 personas.
Washington ha negado que exista peligro de que las armas almacenadas en Clark puedan verse afectadas, pero eso no ha eliminado el temor de los filipinos, acentuado por la sospecha de que en la base, la más importante de Estados Unidos en Asia, pueda haber artefactos nucleares.
En otro archipiélago asiático, el japonés, el volcán Unzen, a 50 kilómetros de Nagasaki , sigue en activo tras haberse cobrado ya 39 vidas.
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