Las astas del 'miura' de la corrida concurso estaban "modificadas artificialmente", según los análisis

El toro de Miura lidiado el pasado 2 de mayo en la corrida concurso de ganaderías que se celebró en Las Ventas tenía las astas "modificadas artificialmente" (afeitadas, en terminología taurina), según dictamen de los dos veterinarios que las analizaron en la Escuela de Policía, pues la Escuela Nacional de Sanidad se encuentra en obras. Estos veterinarios son Lázaro López, del Ministerio del Interior, y Ángeles Moya, de la Escuela Nacional de Sanidad. El dictamen no fue admitido por los otros dos veterinarios que estuvieron presentes en los análisis.

Juan Antonio Gómez Álvarez, que representaba al propio ganadero, Eduardo Miura, y Vicente Barrios, que representaba a la Unión de Criadores de Toros de Lidia, son los veterinarios que presenciaron los mencionados análisis y, según su informe, el miura no estaba afeitado.La Unión de Criadores, haciendo uso del derecho que le asiste y basándose en los dictámenes de Gómez Álvarez y Barrios, solicitó el miércoles que se efectúe análisis contradictorio de las astas presuntamente afeitadas. Jaime Sebastián de Erice, secretario de la Unión manifestó el jueves a un redactor de este periódico su confianza "en que esta vez no se pierdan las astas en cuestión como sucedió hace dos años", dijo, "con las de tres toros de Victorino Martín, que desaparecieron después de que los veterinarios de la Escuela Nacional de Sanidad dictaminaran que estaban modificadas artificialmente, y el ganadero no pudo demostrar lo contrario".

Sebastián de Erice añadió que él, personalmente, está convencido de que no existe manipulación en las astas del miura lidiado en la corrida concurso: "Las cornamentas de los miuras suelen ser cortas y, por tanto, los correspondientes análisis biométricos son siempre muy difíciles y complicados. Éste es el motivo por el que hemos presentado el recurso y con la máxima rapidez, al objeto de que se cierre el caso lo antes posible".

Para Jaime Sebastián de Erice, "además del problema de las fuertes sanciones económicas que la nueva ley taurina prevé en estos casos, está el prestigio de una ganadería como la de Miura, con el que no se puede jugar, por lo que confío en que después del análisis contradictorio se aclare todo definitivamente".