Suecia da un paso más hacia la CE

Suecia avanza ya decididamente hacia la Comunidad Europea. El Parlamento de Estocolmo pasará hoy de las meras declaraciones de intenciones a la solicitud formal de integración. El primer ministro, Ignmar Calrsson, presenta esta mañana ante la cámara el documento, consensuado con la mayoría de las fuerzas políticas, que servirá de base para pedir la entrada en la CE como miembro de pleno derecho. La suerte está echada.

Poco más de seis meses después de que Suecia sorprendiera a medio continente anunciando su intención de entrar en la CE, el Parlamento de este país nórdico dará hoy un paso más hacia la plena integración en la Europa de los Doce. La Cámara de Representantes celebra hoy su última reunión de la legislatura (en septiembre hay nuevas elecciones generales) y el gobierno ha decidido no esperar al otoño para poner en marcha el proceso formal de solicitud. Si todo va según lo previsto, la carta de petición de ingreso se entregará a la presidencia de la CE (Luxemburgo, durante este semestre), el próximo día 28 de junio.Por eso, durante los últimos días se han celebrado diversas reuniones del primer ministro, el socialdemócrata Ingmar Carlsson, con los líderes de los partidos moderado, centrista y liberal. Los cuatro grupos políticos han consensuado un documento que presenta las bases para la negociación con la Comunidad Europea, que será sometido a votación esta misma mañana en el Parlamento. Una votación que tiene asegurado el triunfo, ya que solamente los comunistas y los verdes votarán en contra, frente a la mayoría de los socialdemócratas y los denominados partidos burgueses, que coincidieron el pasado diciembre sobre la necesidad de dar un giro de 180 grados en la política exterior y moverse hacia la Europa comunitaria.

Espacio Europeo

Las líneas fundamentales del acuerdo logrado por los cuatro partidos dominantes están vinculadas a la negociación en curso entre los países de la EFTA y la propia CE, para crear el llamado Espacio Económico Europeo (EEE). Según declaraba a este periódico la ministra sueca de Comercio Exterior, Anita Gradin, "las conversaciones con Bruselas para conformar el EEE nos ayudarán mucho en nuestras negociaciones posteriores, ya que los principales asuntos de tipo económico y social quedarán ya fijados en el acuerdo que estamos a punto de firmar. Si Suecia ya acepta las libertades básicas de los miembros de la CE (bienes, capitales y personas), no creo que haya grandes problemas en la negociación formal para nuestra adhesión a la Comunidad. Aunque siempre hay aspectos menores sobre los que hay que debatir en profundidad".

A pesar de esas declaraciones optimistas, hay ciertos apartados que todavía pueden plantear problemas. Entre ellos, el de la neutralidad. Según comentaron a EL PAÍS fuentes oficiales de este país nórdico, el acuerdo alcanzado entre el gobierno y los tres partidos que apoyan la integración establece que Suecia no pondrá como condición previa a la adhesión el mantenimiento de su política de neutralidad. "La solicitud de negociación será muy escueta, sin dar explicaciones", comentó el citado portavoz oficial.

Modelo irlandés

Esto quiere decir, que Suecia podría modificar su actual política de neutralidad a ultranza y no alienamiento, adoptando una posición similar a las del Gobierno de Irlanda, que se mantiene como país neutral, al margen de la OTAN y la propia Unión Europea Occidental, aunque participa en las instituciones comunitarias sin problemas.

"Nuestra situación es diferente a la irlandesa", explicó al respecto la citada fuente, "porque ellos no tienen frontera con la Unión Soviética. Pero tras los cambios en la Europa del este, ahora podemos modificar algunas de nuestras posiciones y además aprender de los logros obtenidos por Irlanda en este terreno".

De cualquier forma, la gran mayoría de los políticos suecos están ya de acuerdo en que la vieja idea de neutralidad puede ser reformada y que ello no impedirá que el calendario de adhesión siga su curso y que Suecia pueda ser miembro de pleno derecho el 1 de enero de 1995.