González expresa su "seria preocupación" ante los fraudes en la vida política

El presidente del Gobierno, Felipe González, que ayer se desplazó a Santiago de Compostela para acompañar a los Reyes en su segunda jornada de visita a Galicia, se mostró "seriamente preocupado" ante la sucesión de fraudes e irregularidades que está afectando a parte de la vida política española. González compareció ante los periodistas en el aeropuerto, antes de emprender viaje de regreso a Madrid

A la pregunta de si él, como presidente del Gobierno, se sentía preocupado por el efecto que pueden tener en la opinión pública las noticias referentes a fraudes -financiación irregular del PSOE, recuento fraudulento de votos en el PP, escándalo financiero de la Armada...Felipe González contestó: "Sí, me preocupa. Me preocupa que tras las elecciones del 89 vivamos unos meses así, de esta naturaleza. Hay que tratar de corregir cualquier defecto que se produzca y hay que tratar de generar el máximo de confianza en un sistema que me parece que está funcionando razonablemente bien y está dando resultados para nuestro país. Les debo decir que estoy seriamente preocupado".Al ser interpelado por el juicio contra los presuntos organizadores de los GAL, José Amedo y Michel Domínguez, el presidente del Gobierno contestó: "En relación con una actuación de la justicia tan inmediata como la que se está produciendo lo que puedo y debo decir es que el mejor clima para que se desarrolle el juicio es no hacer ningún comentario, para que se cree el sosiego suficiente para que juzguen sin ningún tipo de interferencia externa. Yo como presidente del Gobierno no pienso producirla, ni hacer ningún tipo de valoración hasta que no acabe el juicio. Entonces veré si la haré o no. Mientras tanto, respetaré escrupulosa mente la función de los jueces"

La visita de los Reyes a Galicia ha traído mal fario al presidente de la Xunta, Manuel Fraga. El lunes, durante el primer almuerzo oficial, su mujer, Carmen Estévez, se fracturó la cadera. Ayer, en el acto más importante de la visita, la constitución del patronato de la ciudad de Santiago, un error protocolario le privó de pronunciar el discurso que previamente había sido repartido a los periodistas.

La Xunta y el Ayuntamiento de la ciudad -de mayoría socialista- se echaron la culpa del incidente. Unos por otros, don Juan Carlos no cedió la palabra a Fraga, en contra de lo que figuraba en el orden del día elaborado por La Zarzuela, sino que invitó a Felipe González a pronunciar su discurso. Se produjo un momento de desconcierto.

González, incómodo, salió al paso como pudo, e inmediatamente se lo comentó a don Juan Carlos. El Rey, que no sabía que los micrófonos de RNE seguían conectados, se dirigió a Fraga: "Ay, se me ha olvidado".

Fraga resolvió airosamente la situación: "Después del Rey no habla nadie. Su majestad tiene siempre la última palabra". El presidente González declararía poco después: "Estaba prevista la intervención del presidente de la Xunta y yo no estaba preparado para salir. No llevaba ni las gafas y, bueno..., con todo, si uno recibe la orden del rey de hablar, habla. Menos mal que este incidente, que no tiene la mayor trascendencia, se ha producido aquí, en Galicia, y entre la gente en la que se ha producido. Si hubiera ocurrido en algún otro sitio seguro que hubiera levantado suspicacias. Fraga reaccionó con muy buen criterio".

Un portavoz de la Xunta recordó a los periodistas que el papel con el orden de intervenciones lo había redactado el Ayuntamiento.