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Los profesores de Alcalá se sienten amenazados por padres de alumnos

Las tensas relaciones que mantienen los profesores de los colegios de Alcalá de Henares con lo que ellos denominan un "sector minoritario" de los padres de alumnos se han ido deteriorando progresivamente, especialmente en determinados barrios de la ciudad. En los últimos días, esta situación ha desembocado en la dimisión de los equipos directivos del 80% de los centros públicos de la localidad, así como de los de cuatro escuelas de municipios cercanos a Alcalá.

Los educadores afirman que tienen que soportar insultos, amenazas y agresiones, tanto físicas como verbales, según ponen de manifiesto en un documento entregado en la Dirección Provincial de Educación. Desde recibir disparos con escopetas' de aire comprimido o "tener que salir corriendo" -huyendo de la persecución de un padre-, hasta verse obligados a detener a una madre que pretendía agredir a un niño que anteriorrriente había golpeado a su hijo.Estos hechos -"el pan nuestro de cada día", según estos docentes- han sido denunciados en repetidas ocasiones ante las autoridades educativas, que han rriostrado un "escaso o nulo apoyo", a juicio de los profesores. La falta de respuestas a sus peticiones desembocó en la tajante decisión de dimitir tomada por los cargos directivos escolares, aunque esta medida. no ha sido aceptada por la Dirección Provinclal de Educación, que alega que, a pesar de ser un asunto "íncómodo y penoso", debe tener otro tratamiento.

Los colegios públicos de Alcalá de Henares a menudo han sido escenario de hechos que podrían calificarse corrio delictivos. Hace un año, varios jóvenes fueron detenidos por tirotear el colegio Puerta de Madxid, ubicado en el barrio que da nombre al centro.

Los equipos directivos de los colegrios atribuyen una gran parte de responsabilidad en la situación educativa que padece la ciudad a la falta de medidas preventivas; por parte de la subdirección provincial -que tiene su sede en Alcalá-, que con su actitud pasiva "ha contribuido a que ocurran estos hechos".

La gota que colmó el vaso cayó la semana pasada, cuando el tutor de una alumna del colegio Puerta de Madrid, llamado por el director del centro' para comunicarle que la niña llegaba continuamente tarde a clase, amenazó de muerte al director y a su familia tras una fuerte discusión.

En el colegio Antonio Machado, ubicado también en el polígono Puerta de Madrid, uno de los barrios más conflictivos de Alcalá, la apertura de expedientes disciplinarios a alumnos "está a la orden del día", según su director, mientras que en el Puerta de Madrid la lista de incidentes "es interminable".

Agresiones verbales

La policía, no puede actuar con eficacia, ya que en un número importante de casos los actos de salvajismo están protagonizados por menores de edad, y los padres, generalmente, solamente vierten agresiones verbales contra los educadores, lo que no supone un delito grave. El director del colegio Manuel Azaña, en cambio, sí ha denunciado en varias ocasiones el asalto de la biblioteca del centro, cuyos 20.000 volúmenes suelen hallarse dispersos por el suelo después de las vacaciones.

Los equipos directivos no son los únicos descontentos con esta tensa situación. El resto del profesorado y la gran mayoría de los padres de alumnos ha mostrado su solidaridad con los responsables de los colegios, ya que comparten sus preocupaciones. Sin embargo los diferentes sectores de la comunidad escolar parecen sentirse impotentes para erradicar los problemas.

Para guardar a los hijos

Uno de, los factores que según los docentes de Alcalá ha desencadenado la conflictividad en los centros es la falta de profesorado para hacer sustituciones, así como el incumplimiento por parte del Ministerio de Educación de la legislación relativa a centros de integración, que no se dotan con equipos pedagógicos.

Esta carencia, unida a que buena parte de los padres conciben el colegio como "un lugar para guardar a sus hijos" y a la inseguridad existente en los centros cuando termina la jornada escolar, ha desembocado en la dimisión presentada por los directores de las escuelas. Sin embargo, los equipos directivos aseguran que su medida de protesta no afectará a la marcha de las clases.

Los profesores afectados han llegado a denunciar situaciones como la actuación de alumnos que "hacen fuego en el tejado del colegio" o que los propios conserjes tengan que fabricar rejas para proteger equipos informáticos.

Para remediar este estado de cosas, los docentes consideran que es necesario reducir el número de alumnos por clase, contar con profesores de apoyo suficientes y convencer a los padres de que la educación de sus hijos tiene que ser una labor compartida.

El hecho de que las dimisiones no hayan sido aceptadas "ha defraudado a los docentes", que esperan, sin embargo, soluciones concretas. Mientras llegan, los profesores seguirán "aguantando el chaparrón" de agresiones y amenazas.

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