Una carrera de obstáculos

El referéndum que, bajo los auspicios de la ONU, se celebrará en el Sáhara occidental ha puesto en marcha una carrera de obstáculos para el suizo Johannes Manz, secretario general adjunto de Naciones Unidas para esta región y responsable de la organización del referénduin que abrirá la vía de la autodeterminación al pueblo saharaui, según afirma en unas declaraciones al semanario ginebrino L'Hebdo en su última edición.Afirma Johannes Manz que el primer obstáculo a salvar es la confección de la lista de votantes, hecho extremadamente difícil "por tratarse de un pueblo nómada que en su mayoría no sabe leer ni escribir", lo que presentará dificultades a la hora de "informar a una buena parte de los electores sobre sus derechos".

El censo que servirá de base es el realizado por Madrid en 1974, cuando el Sáhara occidental se hallaba todavía bajo colonización española. Una comisión de identificación estará encargada de ponerlo al día.

Segunda fase

Una vez actualizadas las listas de votantes, explica Johannes Manz, la organización del referéndum entrará en una segunda fase que será coordinada por él mismo desde El Aalún. Durante la misma, los 200.000 soldados marroquíes desplegados actualmente en el antiguo protectorado español habrán de reducirse a 65.000. Ellos serán, junto con las fuerzas saharauls, acantonados y vigilados por 2.000 cascos aZules.

Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se ocupará de la repatriación de los casi 50.000 saharauis que habitan en los campos levantados en Argelia y para los que se ha contemplado el beneficio de una amnistía general. Paralelamente, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) procederá a un intercambio de prisioneros de guerra que, siguiendo el estricto calendario previsto por Naciones Unidas, deberá haber concluido a tiempo para el inicio de la campaña del referéndum, que durará tres semanas.