Aznar aguarda a que los regionalistas tomen la iniciativa

El líder del centro-derecha, José María Aznar, ha optado por una actitud de calma ante las posibles negociaciones con otras formaciones para la elección de alcaldes. El presidente nacional del PP prefiere que tomen la iniciativa los partidos regionalistas con el propósito de rentabilizar la posición de fuerza en que se encuentra su partido con los resultados conseguidos el domingo.La dirección del PP se reunirá hoy para analizar esos resultados y es previsible que los colaboradores de Aznar dejen transcurrir todavía unos días antes de iniciar las conversaciones con los grupos regionalistas para la posible formación de gobiernos municipales de coalición.

Los resultados electorales facilitan al sucesor de Fraga conservar la paz interna en su partido, una de las condiciones imprescindibles para aspirar a obtener en las urnas una mayor confianza del electorado.

Pactos para dos años

El secretario general del PP, Francisco Alvarez Cascos, esgrimió ayer la posibilidad de un acuerdo con el Partido Andalucista (PA) para que la alcaldía de Sevilla sea ejercida durante dos años por Soledad Becerril (PP) y otros dos por Alejandro Rojas Marcos (PA).

El candidato de Unión Valenciana (UV) a la alcaldía de Valencia, Vicente González Lizondo, también señaló ayer, en declaraciones a Europa Press, que existe la posibilidad de que el cargo de primer edil sea ocupado durante dos años por la cabeza de lista del Partido Popular, Rita Barberá, y los dos siguientes por él mismo.

El presidente del Partido Aragonés (Par), José María Mur, proclamó su disposición a repetir el gobierno de coalición con el PP en Aragón.

Los máximos dirigentes del PP consideran que con los resultados conseguidos por su partido tienen ya el camino libre para ocupar el centro del espacio político y disputarle al PSOE en las siguientes legislativas el voto que apuesta por la moderación. La constatación de que las candidaturas del PP han logra do mucho más respaldo en las zonas urbanas y la comprobación de que ha crecido en todas las comunidades, excepto en Cantabria, sustentan la confianza de los populares en lograr en 1993 un equilibrio de fuerzas con el PSOE.

Si bien los socialistas todavía superar en 13 puntos a los populares, éstos opinan que han quebrado la hegemonía del PSOE y que, éste tendrá que aceptar en adelante al PP como un interlocutor con el que tiene que contar el Gobierno.

Aznar se siente consolidado en su liderazgo con el notable incremento del poder municipal del PP, y en particular, con el triunfo de su íntimo amigo Juan José Lucas, quien ha logrado la mayoría absoluta en Castilla y León, región en la que Aznar quería asentar una base de apoyo personal.