No se han dicho de todo
La locuacidad de la campaña ha dejado fuera muchos temas graves
La campaña electoral que concluye con la votación de hoy ha dado ocasión para que los candidatos se digan de todo, pero esa locuacidad se ha convertido en silencio ante asuntos que a priori se presentaban como de máxima importancia. Así, por ejemplo, en Sevilla nadie ha hablado de la Expo, y en Barcelona, el porvenir de la ciudad olímpica ha estado fuera de la controversia. Ha habido personajes ubicuos, que han saltado de una comunidad a otra como si tuvieran un doble, y también ha habido otros notorios porque de ellos no se ha dicho nada. En este recorrido por las ausencias de la campana han colaborado los corresponsales de EL PAIS.
Entre los personajes ubicuos, el más conspicuo es el candidato socialista extremeño Rodríguez Ibarra, que ha sido protagonista en la campaña catalana, y entre los notorios porque de ellos no se ha dicho nada figuran con luz propia Rosendo Naseiro, el ex jefe de finanzas del PP, del que no se ha dicho ni media en Valencia, y José María Gorordo, el muy popular ex alcalde de Bilbao, cuyo nombre no han querldo mentar ni el PNV ni el PSOE.En Andalucía parecía haber una consigna general: a la Expo, ni tocarla. Durante los meses precedentes a la campaña, el asunto fue objeto de muchas disputas partidarias, pero, en las últimas semanas, Curro ha asistido intacto a la muy disputada controversia electoral andaluza. En Barcelona, la inminencia de los Juegos Olímpicos no ha servido para trabar ningún debate acerca del porvenir de la ciudad que se está forjando a la sombra de ese acontecimiento. En Madrid, una de las columnas más vivas del conflicto social, el desempleo, ha quedado al margen de los discursos de unos y de otros.
Por volver a Andalucía: un asunto que fue grave en los meses precedentes a la campaña, el de las peonadas falsas, ha sido abordado de puntillas: ni el PSOE ni IU quieren sembrar sombras sobre un sistema que ha ayudado a subsistir a jornaleros y parados. En Extremadura, que ha tenido una campaña de exportación, porque de ella se ha hablado mucho en Cataluña, ha habido un asunto que fue objeto de controversia en debates electorales anteriores y que ahora ha vivido en sordina. El corresponsal de EL PAÍS en Cáceres lo describe muy gráficamente: "Las cabras de la duquesa pastan en paz".
Los dos archipiélagos, Canarias y Baleares, han vivido la misma contradicción: en ambos lugares siempre fue muy activa la polémica sobre la protección del medio ambiente y el desarrollo turístico. Pues los dos asuntos han sido notorios por su ausencia. En Canarias, además, ha habido dos ausencias históricas, no apareció en la campaña el legendarlo pleito insular, y, tampoco se habló de la disputadísima dualidad de la universidad canaria. Una tierra caliente ha sido la de León: la huelga general seguida 10 días antes de las votaciones polarizó tanto la atención que la gente casi no se acordó de otra cosa, de modo que todo giró en torno al temor sobre el porvenir del empleo minero. El mimo al minero fue la consigna, y el eslogan Comparto tus problemas, que fue eje de uno de los partidos contendientes, fue variado así en un acto electoral: iQué leche, compartirlos¡"
Miedo
A los navarros les ha extrañado que en su tierra no se hable sobre la imposibilidad de abortar legalmente en Navarra, por ejemplo: en esa comunidad no se puede aplicar la Ley de Despenalización Parcial de la Interrupción Voluntaria del Embarazo por el temor a represalias sociales ultraconservadores, y unos partidos y otros, animados por un miedo similar, dejan el asunto fuera de sus agendas.A veces, en Madrid se ha hablado de Europa, pero la plena integración en el continente que antes empezaba en los Pirineos no ha sido un asunto en la campaña. Ha extrañado sobre todo en Canarias, donde todavía no se ha fijado el modelo de ingreso y donde se abrigan temores acerca del futuro del índice del paro cuando esté en vigor la libre circulación de mano de obra.
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