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Tres personas acusan a una mafia policial de la zona centro de robar dinero y droga 'camellos' y prostitutas

Cinco personas, entre las que se hallan dos policías municipales, fueron puestos ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 40, acusados de formar presuntamente parte de una red de tipo mafioso. Tres ciudadanos han acusado a los agentes de dedicarse a quitar dinero y droga a los traficantes y a las prostitutas de la zona centro, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Los detenidos son los agentes Manuel Antonio Pérez Varela y Luis Ricardo Barberá de Robles; el vendedor de pisos Enrique Verdía Cela, su hijo Francisco Verdía Ortega, y el nigeriano Dionislo García Nepambala. La esposa de Pérez Varela, Faustina, fue arrestada, pero posteriormente quedó en libertad. Los cargos existentes contra ellos son robo con intimidación y tráfico de sustancias estupefacientes.Las investigaciones realizadas por funcionarios de la comisaría del distrito de Centro acerca de una mafia que operaba en la zona condujeron hasta los agentes Pérez Varela y Barberá de Robles. Según las fuentes oficiales, ambos habían presuntamente acordado interceptar a un africano que iba a llevar droga a Dionisio García a su domicilio de la localidad de Móstoles. El plan consistía en arrebatar al citado camello la droga y el dinero que llevase en ese momento.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía informaron que los inspectores de la comisaría de Centro supieron que hace meses se había producido "un reparto de droga entre un grupo de policías municipales que con anterioridad habían participado en una redada llevada a cabo en el pub La Blanca Paloma, situada en el número 13 de la Costanilla de los Ángeles. Este reparto se produjo en el templo de Debod, en el paseo del Pintor Rosales".

Los policías municipales que intervinieron en la operación efectuada en el pub acudieron a la comisaría del distrito de La Latina para dar cuenta del resultado de la misma y hacer entrega de los objetos decomisados. "Sin embargo, entregaron menor cantidad de droga que la realmente intervenida", según las fuentes informantes.

Los encargados de la investigación interrogaron a tres pqlicías municipales que participaron o presenciaron la redada de la Costanilla de los Ángeles. Los tres confirmaron que la cantidad de estupefaciente incautada fue mayor que la que sus compañeros Pérez Varela y Barberá de Robles entregaron en la comisaría de La Latina. No obstante, dos de estos agentes comparecieron de nuevo el pasado jueves en la comisaría de Centro y se desdijeron de sus declaraciones iniciales.

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Arrestados en la Ballesta

Los dos agentes supuestamente corruptos Fueron arrestados en la calle de la Ballesta, en unión de Francisco Verdía Ortega. El presunto traficante Dionisio García fue capturado en su domicilio de Móstoles. Enrique Verdía Cela, cuya relación con la red delictiva no ha sido precisada, lo fue en su oficina de la calle de Donoso Cortés, donde fue descubierto un alijo de 100 gramos de cocaína.

Los detenidos han sido sometidos a reconocimiento ante varias personas que supuestamente fueron atracadas. Tres ciudadanos han testificado contra los agentes municipales, a los que acusan de haber asaltado repetidamente a prostitutas y traficantes de droga de la zona Centro.

Los inspectores que llevan el caso prosiguen las investigaciones para tratar de desarticular esta red de tipo mafioso, en la que se sospecha que también pueden estar implicados otros funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado. No obstante, fuentes policiales han anunciado que "va a ser muy difícil detenerlos, porque de momento no hay pruebas contra ellos".

Manuel Antonio Pérez Varela se hallaba actualmente de baja por enfermedad, después de que el Ayuntamiento interpusiera contra él una denuncia judicial por presuntos malos tratos a varios ciudadanos. Luis Ricardo Barberá de Robles, compañero inseparable del anterior, había sido expulsado de la Policía Municipal por espacio de cuatro años a causa de su insubordinación.

Ambos agentes han estado implicados durante los últimos años en numerosos incidentes, los últimos de los cuales tuvieron lugar el 1 de diciembre del año pasado, cuando presuntamente golpearon a un profesor de EGB y a un químico, a los que los porteros de un pub de la plaza de Santa Ana no les permitieron la entrada. Días más tarde tuvieron otro incidente con un camarero y el dueño de un bar.

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