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Amedo declara en Bilbao y niega conocer a los sospechosos del asesinato de Brouard

El subcomisario de policía José Amedo, procesado por su presunta Implicación en acciones terroristas de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), declaró ayer ante la juez de Bilbao encargada del sumario por el asesinato del líder independentista Santiago Brouard. Rechazó cualquier relación con los sospechosos del atentado e incurrió en contradicción con el teniente coronel de la Guardia Civil Rafael Masa al negar conocerle. Amedo imputó al abogado de la acusación particular, Txema Montero, haber preparado su muerte con la organización terrorista ETA.

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Conmoción en la audiencia

El subcomisario, cuyo juicio comienza en Madrid el próximo 11 de junio, llegó a la Audiencia sin esposas y en el asiento trasero de un coche camuflado. Amedo fue citado como testigo, por lo que acudió sin asistencia letrada. A diferencia de su comparecencia anterior, en marzo de 1988, recurrió a la presencia del letrado de la acusación particular, Txema Montero, para justificar su silencio pero inicialmente dijo que contestaría todas las preguntas menos las suyas.El interrogatorio de la juez versó sobre las relaciones del subcomisario con el ex miembro de los GAL Mohand Talbi, residente en Francia. Según Talbi, Amedo participó con él en una reunión para organizar los GAL celebrada en un hotel de Bilbao en diciembre de 1983, casi un año antes del asesinato de Brouard. El policía, dijo Talbi, se reservó personalmente el atentado contra el dirigente de Herri Batasuna (HB) alegando que era un caso delicado.

"Cara a cara"

Amedo negó conocer a Talbi y atribuyó sus acusaciones a perturbación mental o a un soborno. Explicó su inhibición procesal ante las imputaciones del ex legionario argelino, realizadas ya ante el juez Baltasar Garzón hace dos años, porque "siempre he pedido", dijo, "que me enfrenten cara a cara con mis acusadores y en el juicio se aclarará todo".Rechazó también tener conocimiento de las restantes personas relacionadas hasta ahora de una u otra forma con el sumario Brouard. Dijo que no conoce a Rafael López Ocaña, procesado por el asesinato, ni a Luis Morcillo, buscado como coautor y organizador de la trama, y que no ha estado jamás en la cafetería del edificio bilbaíno Albia, donde trabajaba Morcillo.

Más sorpresa causó entre los presentes la afirmación rotunda de que tampoco conoce al teniente coronel de la Guardia Civil Rafael Masa. Amedo persistió en su negativa aún después de que se le recordara la declaración del jefe de la Guardia Civil en este mismo sumario. Según Masa, había conocido a Amedo en la Jefatura Superior de Policía de Bilbao, ciudad donde ambos estaban destinados, durante un interrogatorio a un sospechoso. Amedo dijo que no.

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La tensión aumentó cuando llegó el turno de preguntas al abogado Txema Montero, ex eurodiputado de HB. Según relató luego Montero, Amedo se negó a contestarle y le acusó ante la juez, María Isabel Durántez, de haber mantenido "varias reuniones" con la dirección de ETA para asesinarle. Añadió que "es peor que ellos", aludiendo a los dirigentes terroristas.

Ante la amonestación de la juez para que respondiera las preguntas y ejerciera acciones legales contra el abogado si lo cree oportuno, Amedo respondió, según el abogado: "Con este señor está demostrado que no valen los cauces legales". Montero relacionó está frase con una amenaza de muerte vertida en un escrito por el subcomisario en 1989 y pidió y obtuvo de la juez la deducción de testimonio por si es constitutiva de delito.

Amedo cedió y aceptó responder las preguntas si se las formulaba la juez. Durántez rechazó el procedimiento. El policía dijo que contestaría "por deferencia a la juez" pero ésta insistió en su obligación de hacerlo para cumplir la ley. Dos de las preguntas de Montero quedaron sin respuesta al acogerse el interrogado al secreto profesional.

La primera pregunta era si existe soporte documental probatorio del carácter oficial de los viajes del subcomisario al extranjero. En la segunda, Montero quería saber si Amedo dio parte a sus superiores de una investigación que el subcomisario afirma haber iniciado sobre una fracción de ETA como responsable de la eliminación de Brouard, por discrepar sobre la negociación con el Gobierno.

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