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Los ministros de Agricultura de la CE consiguen fijar los precios para 1991-92

Los ministros de Agricultura de la CE aprobaron ayer en Bruselas, con el voto en contra de Italia y después de cuatro días consecutivos de agotadoras reuniones, los precios agrarios para la campaña 1991-1992, que para algunos productos se inició ya en abril. Los Doce lograron minimizar el reajuste a la baja propuesto por la Comisión a cambia de aumentar las ayudas al campo en más de 100.000 millones de pesetas sobre lo previsto.

Para España, los nuevos precios de intervención -los que la Comunidad paga al agricultor cuando éste no encuentra salida a sus productos- se reflejan en una baja moderada de todos los cereales, el arroz, la remolacha, el algodón, la mantequilla, la leche en polvo desnatada, la carne de vacuno, los guisantes y las habas. El tabaco, un cultivo cada vez más impopular en la Comunidad, es; el que sufre el mayor efecto negativo con reducciones de precio en algunas variedades, del 6% (la Virginia) y del 13%. Sin embargo, el impacto es un 4% inferior al pro puesto por a Comisión.

Sube el vino

Por el contrario, sube de precio significativa mente el vino (pasa de 426,9 a 450,93 pesetas por hectólitro), y en menor medida el aceite de oliva, el girasol y los forrajes desecados. Para las 40.000 toneladas de soja cosechadas en Extremadura se con sigue un aumento del 20%, casi 10 pesetas por kilo. Falta por calcular el impacto final de las modificaciones en las ayudas, pero "el resultado global será muy parecido a cero o mínimamente positivo", manifestó el ministro Pedro Solbes, a pesar de que juegan en contra el desmantelamiento parcial de los montantes compensatorios Positivos, a causa de la fortaleza de la peseta.

Sin embargo, "nadie puede estar satisfecho al ciento por ciento, porque en un momento de aumento de gastos agrícolas ha habido que adoptar medidas impopulares", añadió el ministro. España logró salvar los trastos en el sector azucarero, cuyas caídas de precio para ajustarse a la media comunitaria, inferior, se aplazan hasta que esté listo un plan para mejorar la competitividad.

El programa de abandono de cultivos de cereales para intentar bajar la cosecha comunitaria de 180 millones de toneladas a menos de 160 millones se aplicará en España también en las regiones exentas hasta ahora (Andalucía, Extremadura), pero en este caso con un tope máximo de superficie abandonada por agricultor del 20% de su tierra. A quienes se acojan a este sistema voluntario, siempre que dejen de sembrar el 15% como mínimo de su propiedad, se le perdonará la tasa de corresponsabilidad por exceso de cosecha, fijada finalmente en un 5%. La Comunidad financiará a ayudas y los Gobiernos pueden conceder subvención complementaria, que en nuestro país, según Solbes, "pensamos que no será necesaria".

Cuotas de leche

Todos los países de la CE tendrán que reducir sus cuotas de leche en un 2%, pero será la Comunidad la que Financiará durante cinco años al ganadero que renuncie a toda o parte de su producción a razón de 15,4 pesetas por kilo. La "compra de cuotas" podrá ampliarse un 1% más para distribuirlas a otros productores.

Las ayudas de la Comunidad Europea a ciertas producciones suben sustancialmente en el caso del trigo duro y del ganado ovino, en este caso a través de una interpretación bastante más generosa de la llamada "oveja elegible".

Para el aceite, de oliva pasarán de 6.053 a 6.868,9 pesetas por kilo. Sin embargo, tras el acuerdo, se reducen fuertemente para el maíz duro vítreo y el arroz largo, y bajan un poco las ayudas para vacas nodrizas, así como para los terneros.

En el apartado de producción de frutos secos, existe el compromiso de mantener, y no recortar, los programas de apoyo vigentes.

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