Un conflicto permanente
El Consejo de Gobierno de la Diputación Foral de Guipúzcoa, formado por Eusko Alkartasuna (EA) y Euskadiko Ezkerra (EE), acordó ayer adjudicar una parte del trabajo del proyecto de la autovía a la empresa Ramos Hidalgo, SA, especializada en explanación y drenaje de tierras. Esta obra, amenazada por ETA y cuyo inicio estaba previsto en enero, ha sufrido retrasos al haberse retirado seis empresas vascas que tenían adjudicadas los trabajos del trazado.El diputado general de la provincia, Imanol Murua, después de informar al lehendakari, José Antonio Ardanza, se reunió a primeras horas de la mañana con los portavoces de las Juntas Generales de Guipúzcoa para comunicarles la adjudicación. El anuncio de esta noticia por parte de Murua con dos diputados de su partido (EA), a cinco días de las elecciones municipales, ha sido criticado por PNV, PSE PSOE, PP y HB, que lo consideran "inoportuno", "temerario" y con tintes electoralistas.
La oposición de ETA a la construcción del proyecto institucional, junto a la Coordinadora Lurraldea y Herri Batasuna, condujo al resto de las formaciones politicas a unirse en torno a este tema. La organización terrorista desde que manifestó su postura contraria a la realización de esa carretera asesinó al delegado de Ferrovial, José Domingo Casan, intentó secuestrar a un empresario, y causó perdidas económicas superiores a los 1.000 millones de pesetas, a varias empresas constructoras que directa o indirectamente habían estado vinculadas con el proyecto oficial de la autovia.
Las obras de la carretera podrían iniciarse a finales del próximo mes de junio, 30 días después de firmarse el contrato entre la Diputación Foral de Guipúzcoa y la empresa adjudicataria, según Imanol Murua. Los trabajos que lleve a cabo esta empresa en los 16,8 kilómetros de la carretera en Guipúzcoa supondrán el paso por el valle de Leizarán, zona por la que la Coordinadora Lurraldea, ETA y HB se oponen a que discurra el trazado por el grave deterioro ecológico que se podría ocasionar, según dicen
para que esta obra, la más importante en materia de carreteras realizada en Guipúzcoa, pueda materializarse la Diputación deberá adjudicar a otra empresa el resto del trabajo, la colocación del firme y la realización de los túneles. El tramo guipuzcoano de la autovía tiene un coste en estos momentos de 15.200 millones de pesetas, un 13% más del presupuesto inicial.
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