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El presidente etíope huye ante el cerco rebelde

El creciente acoso al régimen etíope de Mengistu Haile Mariam por parte de las guerrillas de las provincias de Eritrea y del Tigray indujo ayer a la huida al llamado emperador rojo. La noticia de la fuga de Mengistu fue comunicada a las embajadas extranjeras por el primer ministro, Tesfaye Dinka, que no especificó hacia qué país huyó Mengistu y que, de acuerdo con la Constitución etíope, ha pasado a ser el presidente en funciones. El Gobierno ha pedido un inmediato alto el fuego a los grupos guerrilleros, que por el momento hacen caso omiso y acusan a las autoridades centrales de intentar ganar tiempo.

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La marcha del presidente etíope, Mengistu Haile Maria, se halla ligada a las dificultades que venían registrando las tropas gubernamentales frente a la guerrilla independentista de la provincia de Eritrea, los grupos rebeldes del Tigray -que exigen la autonomía de su región- y del Frente Democrático Revolucionarlo Popular, que lucha para acabar con el régimen de Mengistu. A este bloque se unió recientemente otro grupo guerrillero, el de la etnia oromo, de la que es miembro el ex jefe de Estado.El pasado fin de semana, las tropas etíopes sufrieron nuevas derrotas que marcaron un estrechamiento del cerco impuesto por los rebeldes a la capital, Addis Abeba, según declaró ayer el embajador francés, Gerald Pavret de la Rochefordiere, a una emisora de París a la que aseguró que la situación en la capital etíope era ayer "extremadamente tranquila".

Otros observadores occidentales en Addis Abeba coinciden en señalar que los rebeldes intensificaron la presión armada sobre el Gobierno central con objeto de mejorar sus posiciones de partida en las conversaciones de paz que está previsto comiencen en Londres el próximo día 27 por mediación de EE UU.

El emperador rojo

Mengistu, conocido también como el emperador rojo por su alineamiento con el antiguo bloque comunista, era jefe de Estado, jefe de Gobierno y jefe supremo de las Fuerzas Armadas de Etiopía desde 1977, tres años después del derrocamiento por parte del Ejército del fallecido emperador Halle Selasie. Según el representante francés en Addis Abeba, Mengistu representaba un obstáculo para las conversaciones de Londres, por lo que "todo el mundo considera su abandono como un elemento muy positivo".

El nuevo Gobierno hizo ayer un llamamiento para el alto el fuego inmediato de todas las partes en el conflicto y anunció la puesta en marcha de un programa para crear una Administración de transición que incluya a todos los grupos de oposición. Por su parte, los grupos guerrilleros aseguraron ayer que la huida del presidente Mengistu Haile Mariam no constituye un elemento suficiente para el fin de las hostilidades.

En una conversación telefónica desde Londres, el portavoz de los dos principales movimientos rebeldes aseguró que -,1 nuevo jefe de Gobierno en funciones, el vicepresidente Tesfaye Gabre Kidan, se halla estrechamente ligado a la política de Mengistu. "Su sucesor es un miembro de la junta gobernante y ha estado asociado a los excesos del régimen", dijo Yemane Meskel, portavoz del independentista Frente Popular de Liberación de Eritrea, refiriéndose a Tesfaye.

Asefa Mamo, el portavoz del Frente Revolucionario Democrático Popular, declaró por su parte que "el fracaso de Mengistu no supone el fin de la guerra a menos que la gente que tome el poder quiera una paz genuina", añadió.

Tesfaye Gabre Kidane, que desde ayer y de acuerdo con la Constitución etíope ocupa la presidencia interina, es considerado como un moderado por los observadores occidentales en Addis Abeba. Nació en Gursun, en la provincia de Ogadén, hace 56 años, procede del clan tigranio de los naftayas.

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