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Un pueblo rico y tranquilo

Apenas 9.000 habitantes, rico en industria, con un polígono que incluye 60 fábricas de muebles y tres de maquinaria agrícola, porque Mancha Real es, en este último terreno, una de las zonas más importantes de España. Después de Martos, el principal productor de aceite de oliva. En 1979-80 fue el pueblo con la renta per cápita más alta de España, y ahora está entre los cinco primeros.Sus calles son estrechas y bien trazadas, limpias, cuidadas. La plaza, obra del actual alcalde, reúne por las tardes a los jubilados y a parejas que se citan allí antes de acudir a los numerosos bares y pubs, que nada desmerecen a los de la capital. Hay varias sucursales bancarias.

A Mancha Real solía venir Franco por Navidad, a cazar en la finca de la familia del marqués de Villaverde, y su guardia acostumbraba a hospedarse en las escuelas, que los niños desocupaban durante los días en que las limpiaban para recibir a los visitantes de Madrid. Por eso Franco, para los vecinos de media edad, tiene el significado de una palabra mágica: vacaciones. El general se asomó dos veces al balcón, y hay quien dice que quizá el alcalde, que el último fin de semana hizo lo mismo para arengar al pueblo, se sintió poseído por el espíritu del caudillo.

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"Y no somos racistas"

El Ayuntamiento, mayoritariamente del PSOE, cuenta con concejales independientes, de Izquierda Unida y del Partido Popular. Todos forman piña en torno al alcalde. El PSOE tiene seis ediles, uno menos que en la legislatura anterior, y según los pronósticos iba a perder más en las próximas elecciones, pero los hechos del fin de semana han reforzado su imagen. Si en la reyerta hubo un claro perdedor, Ángel Arroyo, que murió, y seis familias gitanas que se quedaron sin casa, también hubo un triunfador: Alfonso Martínez de la Hoz, alcalde hoy y puede que para siempre.

Contra la prensa

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El pleno municipal se reunió de urgencia en la mañana de ayer y firmó un acta en la que el alcalde y todos los concejales se quejan del comportamiento de los medios de comunicación y de las declaraciones del gobernador civil, "en las que se ha catalogado el comportamiento de esta población como racista". Aunque no llegaron a declarar a los periodistas personas no gratas.

En el acta se solicita la dimisión del gobernador civil, Joaquín Íñiguez Molina, a quien se acusa de que, "conociendo las perturbaciones del orden que habían tenido lugar en Mancha Real, no hizo nada para impedirlas", extremo que Íñiguez Molina desmintió rotundamente a este periódico. Y añadió: "Son muy dueños de pedir mi dimisión. Otra cosa es que yo les haga caso". Le acusan también de racista por no haber ido al entierro de la víctima y haber contactado, sin embargo, con los gitanos.

Por la tarde, unos 2.000 vecinos reunidos en la plaza del pueblo escucharon al alcalde decirles que no ataquen a ningún periodista, mientras se sucedían los abucheos a los medios de comunicación y al gobernador civil.

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