Un jefe de Estado laico por compañía
El jefe del Estado portugués, Marlo Soares, está asistiendo a todos los actos que preside Juan Pablo II, quien desde el pasado viernes y hasta hoy visita Portugal. El socialista Soares concurrió a las elecciones presidenciales presentándose como republicano, laico y liberal, le recuerdan ahora sus detractores.Estos desplazamientos del presidente han provocado no pocos problemas de seguridad, aunque él se ha mantenido firme. El sábado mismo recibió al Papa a su llegada a las islas Azores, cuyo presidente del Gobierno regional, João Bosco Amaral, es miembro del Partido Socialdemócrata y hombre próximo al Opus Dei.
Tampoco Fátima escapará al fervor presidencial. El santuario, que la izquierda portuguesa no ve con buenos ojos, acoge desde ayer a Soares. Las interpretaciones más benévolas insisten en que se trata de una deferencia del jefe del Estado hacia el Pontífice. Las que lo son menos aseguran que con su actitud Soares quiere labrar una buena imagen electoral para el Partido Socialista Portugués en el norte del país, que mayoritariamente se decanta en las consultas por el voto conservador.
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