Una médico deberá pagar 14 millones por la muerte de una joven que se tragó una espina

La doctora Ana Isabel Navazo deberá indemnizar con 14 millones de pesetas a la familia de la joven Mónica Santamaría, de 17 años, fallecida en 1988 tras una infección provocada por una espina de pescado. La Audiencia de Burgos ha apreciado una falta de imprudencia temeraria en el comportamiento de la doctora, que no practicó todas las pruebas médicas precisas para el diagnóstico.La joven murió un mes después de acudir al servicio de urgencias del hospital General Yagüe, de Burgos, con dolores en el pecho tras haber ingerido durante la cena una espina de pescado que le quedó clavada en el esófago y que terminó por afectar al pulmón y a la membrana externa del corazón.

Tras varios días de acudir a urgencias, Mónica no quedó ingresada en el centro hospitalario ni se le practicó una radiografía de contraste o una esofagoscopia que hubiera podido determinar con mayor claridad la infección que se estaba incubando en su esófago. Cuando ya era demasiado tarde, la joven fue trasladada al hospital Primero de Octubre de Madrid, donde falleció.

La Audiencia de Burgos ha absuelto al otro médico encausado, Antonio Arroyo. El Insalud es responsable civil subsidiario, por lo que previsiblemente será quien pague la indemnización de 14 millones de pesetas.