El contrato mínimo de alquiler será de dos a tres años

Dentro del paquete de medidas ahora en estudio, la ampliación de la oferta de viviendas en alquiler y el freno de la subida de sus precios se pondrá en marcha por dos vías. La primera es la modificación de la ley de arrendamientos urbanos y la segunda, la promoción de la construcción de viviendas destinadas, desde un principio, al alquiler.Para los inquilinos de las viviendas en alquiler se ampliará el plazo mínimo de contrato de uno a, posiblemente, tres años, aunque se estudia la posibilidad de que sean dos. La actualización de la renta se realizaría cada año tomando como referencia el IPC de vivienda. Las oficinas, además, tendrían un trato diferente.

Los caseros por su parte podrán ver el punto y final de sus obsoletos contratos de alquiler cuando fallezca el actual inquilino. Esto significa que se eliminará el derecho a la subrogación por el que los hijos, u otros parientes, que conviven con el inquilino pueden quedarse el piso prácticamente en las mismas condiciones que aquél. Los actuales inquilinos, sin embargo, tendrán todas las garantías de mantener su reducido alquiler ya que buena parte de estos pisos están arrendados a personas de edad avanzada, y el Gobierno quiere "evitar que se creen situaciones de necesidad".

La segunda medida para la mejora del mercado de alquiler consiste en ampliar el parque de viviendas destinado a este fin, con la idea de que se convierta en una alternativa interesante a la compra de un piso. Para esto, Obras Públicas y Economía están estudiando los incentivos que se pueden dar a las empresas promotoras para que algunas se especialicen en construir viviendas de alquiler. Se intenta que parte de la nueva oferta de vivienda protegida se destine al alquiler.