La CE pide que una policía de la ONU reemplace a las tropas en el norte de Irak

ENVIADO ESPECIAL, Los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea, reunidos informalmente ayer y anteayer en Mondorf-les-Bains (Luxemburgo), aprobaron la propuesta de su colega británico, Douglas Hurd, de que una fuerza policial de la Organización de las Naciones Unidas sustituya cuanto antes a las tropas occidentales destacadas en el norte de Irak para proteger a los kurdos. El ministro belga, Mark Eyskens, cuyo país preside actualmente el Consejo de Seguridad de la ONU, promoverá hoy en Nueva York la creación de esa fuerza.

Los representantes de los Doce apoyaron, asimismo, una propuesta francesa para que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad se reúnan a fin de lograr una mayor implicación de la ONU en el retorno de los refugiados kurdos a sus casas y en el cumplimiento de los acuerdos de autonomía alcanzados la pasada semana entre re presentantes kurdos y las autoridades de Bagdad.La propuesta británica de creación de una policía de la ONU responde al deseo de Londres y Washington de retirar sus fuerzas militares destacadas en la zona. Pero subsiste el temor de que la permanencia de simples trabajadores humanitarios de las Naciones Unidas no sea suficiente para impedir que las tropas de Sadam Husein ataquen a los kurdos. También Francia y Holanda tienen soldados en el norte de Irak.

Douglas Hurd expuso ayer que una fuerza policial "necesitará, evidentemente, un respaldo militar para poder operar en condiciones de seguridad, pero su diseño aún no está ultimado". El británico añadió que las autoridades iraquíes podrían aceptar esta fuerza, por no ser de carácter militar.

Por otra parte, las divisiones entre los Doce impedirán alcanzar un compromiso de principio sobre la unión política en junio, tal como era el objetivo. Los ministros reunidos en Luxemburgo no lograron superar la oposición que plantean Holanda, Portugal y el Reino Unido. Precisamente son estos tres países los que asumirán las tres próximas presidencias semestrales de la Comunidad.

El catalizador de la división interna de la CE es el proyecto de defensa común europea, elemento esencial de una política exterior y de seguridad común, que constituye a la vez el eje de la reforma para la unión política. El Reino Unido, Holanda y Portugal interpretan que cualquier proyecto de integración futura de la Unión Europea Occidental (UEO) supone una merma del papel de la OTAN."El pronóstico sobre esta falta de acuerdo era fácil", manifestó Fernández Ordóñez, porque las posturas están. enquistadas desde hace tiempo. El posible desbloqueo para lograr "un mínimo común denominador" tendrá que esperar el permiso de la cumbre de la OTAN, prevista para octubre, de la que saldrá una definición del llamado "pilar europeo". Para Jacques Poos, ministro luxemburgués y presidente de turno de la CE, "la Comunidad debe hacer posible reorganizar la OTAN sin paralizar la unión política".

Nadie discute que la OTAN seguirá desempeñando un papel preponderante, pero las diferencias surgen a la hora de plantear un objetivo común de defensa europea. En el ámbito de la Alianza Atlántica, las fuerzas de los partidarios europeos de la unión política están más dispersas, sobre todo por el peso de EE UU. Pero en el interior de la Comunidad, al trío opositor hay que añadir las grandes reservas de Dinamarca, país que, como Grecia, pertenece a la OTAN, pero no a la UEO.

Esta situación institucional compleja obliga a avanzar con acuerdos superpuestos en tres foros (CE, OTAN y UEO) y exigirá una declaración aneja en el Tratado de la CE para salvar los problemas específicos de algún Estado miembro. El problema es que, incluso con la versión descolorida propuesta por Luxemburgo, el proyecto de seguridad europea no camina.