Consejo a los políticos italianos: "Guarden silencio"

El problema de la verborrea divide a los políticos cómo aprender a estar callado. Se trata de la obra ítalianos, hasta el punto que Antonio Gava, jefe del grupo democristiano del Parlamento, y uno de los grandess líderes de la Democracia Cristiana (DC), acaba des regalar a cada diputado un librito sobre cómo aprender a estar callado. Se trata de la obra El arte del silencio, de un monje de 1600, el abad benedictino Joseph Dinouart, publicada por la preciosa editorial Selerio de Palermo.

Esta casa editora fue fundada por el difunto escritor Leonardo Sciacia, quien tras haber sido diputado radical abandonó la política afirmando: "Soy tan avaro en palabras que no podía soportar esa diarrea de verborrea del Parlamento". El abad escribe que "el silencio político es el que corresponde al hombre prudente que sabe administrarse, que se comporta con circunspección, no se abre nunca de! todo, no dice lo que piensa, ni da explicaciones de su conducta y de sus intenciones. Es quien, sin traicionar los derechos de la verdad, no responde siempre con claridad para no dejarse descubrir". Y añade que, en general, "es menos arriesgado, para un político, callarse que hablar".Y es que los políticos italianos están preocupados por la incontenencia verbal del presidente de la República, Francesco Cossiga, y por las entrevistas en cadena del presiden le de la DC, Ciriaco De Milta, o por el secretario del Partido Republicano, Giorgio La Malfa. Pero al mismo tiempo todos se quejan de que los culpables últimos son los periodistas que les interpretan mal. Hasta el punto de que Arnaldo Forlani, secretario de la DC, ha pensado en crear un periódico "solo de noticias, sin comentarios" que podría llamarse La Información, mientras oue Antonio Cariglia, secretario del Partido Socialdemócrata, tras haber acusado a la RAI-TV de tomarse "demasiadas libertades" con los políticos, a quienes interpreta, según él, a su gusto, ha propuesto que una vez al mes cada secretario de partido pueda hablar "durante cinco minutos y sin mediación de los periodistas, en las cadenas de la radio y de la televisión pública". Un privilegio del que hoy disfruta tan solo el jefe del Estado.

Los periodistas han respondido con humor a los políticos criticándoles su verborrea y sus ganas de "salir en los periódicos" y afirman que si no el "arte del silencio" por lo menos "el arte de no decir nada" es una prerrogativa de muchos diputados, sobre todo democristianos. Al secretario Forlani, tras haber hablado durante un buen rato respondiendo a la pregunta de un joven periodista, éste le interrumpió con candor para decirle: "Pero secretario, ¿no vé que no está diciendo nada?". Forlani, más seráfico aún, le contestó: "Pues piense que podría seguir hablando así durante horas".